22 de Noviembre del 2003
El teléfono en su bolsillo había comenzado a sonar desde hace un par de minutos e igual que las últimas cinco veces lo ignoró. Harry mentiría si dijera que no se sentía un poco mal al ignorar las llamadas de Hermione, pero su amiga, a pesar de haber acabado totalmente con los libros de la grandiosa biblioteca de Hogwarts debía entender urgentemente la definición de "necesito un respiro".
Él sabía que ella estaba preocupada, claro que lo sabía. Se lo había hecho saber una cantidad irrepetible de veces antes y después de tomar la decisión de marcharse de Londres hacia Estados Unidos e incluso hoy, dos años después seguía diciéndolo.
"Vamos Harry, estás demasiado lento hoy hermano" reclamó el chico a unos metros de él.
"Es un club nocturno Matt, no se irá a ningún lado" se defendió apagando el aparato que aún seguía en sus manos para volver a guardarlo.
"Oh pero podría irse, quizás para cuando decidas comenzar a mover tu bonito trasero será muy tarde y todos ya habremos envejecido"
Harry soltó una carcajada y rodó los ojos dejando que el chico enganchara su brazo con el propio.
Aquello era una de esas cosas que más le habían encantado de su amigo, pues su actitud refrescante sin duda había sido como la primera brisa fresca de otoño después de un verano terriblemente caluroso. Eso sucedía demasiado en Los Ángeles, a donde había tomado la decisión de mudarse.
Después de un par de cuadras el letrero luminoso brilló ante ellos y la frase "PINK PONY CLUB" se pudo leer en él.
"¿Pink Pony Club?" preguntó Harry con burla plantando sus piés en el suelo indispuesto a seguir dejándose arrastrar por el contrario.
"¿Tienes algún problema con él?" preguntó colocando sus brazos en posición de jarra al tiempo que fruncía el ceño.
"No, es solo que..."
"Escucha Potter" Eso le había sonado tremendamente familiar "No caminamos hasta aquí solo para que te acobardes en el último momento, ya puedo escuchar la música desde aquí y definitivamente no me iré hasta traer un par de cosmopolitans encima así que más te vale que te muevas y no hagas ningún comentario inapropiado o si no tendrás que volver a casa solo y ambos sabemos que de noche no puedes hacer eso" Matt tomó un gran respiro después de terminar y mientras Harry seguía boqueando cual pescado sin tener algún mísero argumento en contra continuaron su camino.
Por un momento se permitió observar el lugar con detenimiento. Había un gran escenario el cual era iluminado por una considerable cantidad de luces blancas y rosas, y alrededor del lugar había un sin fin de mesas altas las cuales, al menos la mayoría, se encontraban ocupadas. En las paredes del lugar se hallaban seis banderas colgadas de manera inclinada moviéndose un poco con las brisas de aire que lograban entrar al abrir la puerta del lugar.
Sin embargo, aunque la decoración del lugar era sin duda extravagante, lo que lo sorprendió aún más eran las vestimentas de todos los que estaban ahí, pues la mayoría se encontraba con brillantina en sus rostros, tacones, medias de red y un sin fin de atuendos de los cuales no podía retirar la vista. Era extremadamente atractivo a la vista.
"Se que no es el tipo de lugares a los que sueles ir" habló Matt casi gritando a su lado sacándolo de su pequeña ensoñación. "Pero te prometo que si me dejas tomarme unos cuantos tragos y no te gusta nos vamos ¿okay?"
El de lentes solo se permitió asentir aún un poco aturdido por todo lo que veía.
"Bien, iré al baño un segundo, esperame en la barra y no te muevas de ahí"
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Pink Pony Club
FanfictionHarry nunca fue un apasiodado de los bares. Tampoco de los lugares altamente concurridos. Pero cuando su vecino decide que no puede continuar de esa manera Harry se ve obligado a asistir a Pink Pony Club, el cual es exactamente las cosas que evita. ...