Yoshida siempre supo que era gay, no fue algo que le molestará ni tampoco se lo replanteo como algo negativo, creció con su padre y la tía Quanxi, un bisexual y una lesbiana, ¿qué mejor hogar para un niño queer que ese, no? sin embargo nunca le gustó realmente alguien. Por supuesto que los actores se les hacían atractivos, pero nunca nada más que eso, atracción física, eso es todo. Capaz se dió un que otro chape con un pibe, pero ahí terminó, era chico y quería saber qué se sentía, pero nada más.
Así pasó todo su vida hasta la escuela secundaria, donde conoció a Denji Hayakawa. Fue como... una patada en los huevos a primera vista.
Era un chico raro, dicho por el pibe que se tiñó el pelo de violeta apenas arrancaron las clases, los primeros días se la pasaba pegado a su hermano que era de los últimos años y era un poco retraído. A la mitad del segundo trimestre desató su verdadera naturaleza: ser el caos absoluto. Se salteaba clases, se escapaba de la escuela, comía cualquier cosa a cambio de plata, tenía tarifas altas si te querías sentar en él - ¿por qué no aprovechó cuando tuvo la oportunidad? - y demás cosas, básicamente vendía su dignidad a cambio de unos pesos.
Yoshida se crió en un ambiente estricto, pulcro y con reglas a seguir. Al ver a Denji, tan... tan... él le removió algo en la panza. Se quedó flechado.
Y no es que se quedó quieto, no, se intentó acercar varias veces, son 5 años que intentó ser su amigo pero Denji simplemente no le da bola. Es frustrante y más de una vez se quejó con sus amigos sobre esto, porque era injusto. El rubio era amigo de cualquiera, menos de él.
Así que, al ser este su quinto año consecutivo enamorado de un pelotudo que no le da ni la hora, decidió sacarse el peso del pecho y confesarse, intentaría ser correspondido y su no funciona, probablemente moriría joven por la tristeza.
Actualmente, era uno de esos días, el timbre del segundo recreo sonó y Yoshida, cuál perro fiel, salía del aula y se quedaba esperando a Hayakawa, con la intención de invitarle algo del kiosko y de camino hablar de boludeces. Casi siempre recibía un: "uh, me salvaste" y en otros días era: "che, ¿vos no estarás intentando ganarme con comida, no?" y volvía a ignorarlo.
Lamentablemente, hoy no era un día típico cuando sintió a alguien agarrarlo del cuello de la camisa y zarandear con fuerza, desviando su atencion de la puerta.
──¡Yoshiiii! ── Reze probablemente era su pariente favorita, era igual de estrafalaria que él y su sentido del humor era único. Ahora, el puesto de "prima favorita" se va al caño. ──Te traje galles Formis porque sé que te gustan y porque estás más flaco que vedette en los noventa.
──Ah, gracias. ── Aún con la bronca que tenía, le acepta el gesto y le sonríe, porque nada en esta vida podría hacer que su rabia contra su prima dure demasiado.
Mira de reojo el pasillo y suspira con desilusión al notar que, ya vez más, su crush se ha ido. Debería estar acostumbrado y resignarse a que es un amor de secundaria y que probablemente superará en la facultad cuando se coja a cuánto macho se le ponga enfrente.
"Suena a un buen plan" se dice a sí mismo y casi se convence.
Pero Reze es el doble de lista que él, parece notar su amargura y le da unas palmaditas a su cabeza cuál perro.
──Oh, mi pobre muchacho, ¿andás mal de amores? ── El tono de burla lo irrita, quiere decirle algo que le joda a ella, pero era imposible.
¿Meterse con su pelo? los dos se lo tiñeron a la vez y usan el mismo peinado, es dispararse en el pie, ¿burlarse de su promedio? es abanderada la hija de puta, ¿decirle que es una trola? Quanxi lo educó mejor que eso. Bueno, se rinde.
──Ponele. ── Caminan por los pasillos repletos de gente hasta su aula, abre el paquete sin darle mucha bola y empieza a engullirlos. Puagh, son las de frutilla.
──Bueno, si me permitís darte un consejo. ── Mientras habla le saca una galletita. ──Te recomiendo que hables con tu compañerita.
Frunció el ceño, confundido. ──¿Con quién?
──Con la que forma parejas, la Mikata esa.
──Ah, sí, hace de Cupido... no sé si estoy tan desespe- ¡che, no me toques! ── Deja caer el paquete de Formis de la sorpresa cuando, sin aviso, Reze mete su mano en el bolsillo de su pantalón.
──Qué hijo de puta que sos, tenés más culo que yo. ── Rezonga mientras le saca el celular, lo desbloquea sin problemas - debería cambiar la contraseña - y teclea rápido. ── Tuki, ahí tenés.
──Yo no te pedí ayuda. ── Le arrebata el celu y se fija su nuevo contacto.
──¿Querés llorar pija toda tu vida? joya, no le escribas, ¿querés dejar de escuchar a Lana del rey? escribile. Así de sencillo.
──... pero, ¿qué pito toca Lana del Rey acá?
Miró la foto de perfil y... ah... la loquita que se le declaró en primero.
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"Asa de la clase 2" | Yoshiden!AU
FanfictionAsa se vuelve repentinamente popular al dar consejos amorosos súper efectivos sin haber tenido ninguna cita. O, donde Yoshida le pide ayuda para conquistar a una persona pero no todo resulta ser tan fácil como las pelis lo hacen ver.