Nace una leyenda Johto

Capitulo 42

Museo en algún lugar de Jhoto

Dentro de la Biblioteca del Museo, dos figuras se movían en la sombra oscura, creada por la suave luz de la luna que entraba por la ventana. Eran dos niñas, una se llamaba Oakley y la otra era Annie. Eran agentes del Equipo Rocket y Giovanni les había encomendado la misión especial de localizar a Latias y Latios. Estaban en la biblioteca tratando de encontrar un libro antiguo que contuviera conocimientos tanto de Latias como de Latios. A diferencia de los otros agentes que probablemente entrarían corriendo y resultarían heridos, Oakley y Annie prefirieron tener un plan cuando intentaban atrapar Pokémon, especialmente los legendarios.

"Ah, aquí está". Oakley sacó el libro del estante y miró la portada, en el frente había una foto de Latias y Latios orbitando una extraña cresta. Oakley se puso la linterna entre los dientes y empezó a hojear las páginas. "Mira Annie, esta página describe algo llamado rocío del alma y mira, incluso tiene una imagen. Según el texto, contiene el alma de un Latios pasado".

Annie usó la linterna para mirar por encima del hombro de su compañero. "Oh, vaya, ¿podrías imaginar eso colgando de una cadena alrededor de tu cuello? Apuesto que vale una fortuna. Sabes que podríamos intentar negociar con Giovanni, le damos Latias y Latios, y él nos deja quedarnos con esta joya".

"¡Quien va alla!" Un guardia de seguridad había entrado en la habitación y había oído voces, iluminó la habitación con su linterna hasta llegar a la estantería. Entre dos libros había una rosa roja y una tarjeta con dos huellas de labios. El guardia dejó caer la tarjeta y corrió a dar la alarma.

Mientras tanto, en lo alto del techo, Annie y Oakley ya habían escapado de la biblioteca y ahora estaban usando cables para deslizarse hacia abajo, y lejos del museo, aterrizaron en un pequeño claro donde los esperaba su transporte. Ambas chicas se subieron con Oakley tomando el volante y luego ambas desaparecieron en la noche.

Mientras tanto en alto mare

Ash y las chicas finalmente habían llegado, la competencia de surf Pokémon en el agua comenzaba mañana, así que tuvieron mucho tiempo para descansar. Ash estaba realmente cansado, después de que Stephanie terminó enfrentándose a otros veinte entrenadores, había perdido a Pikachu y Blastoise, y tuvo que arreglárselas con Charizard y Suicune. Al final, logró sobrevivir y ahora estaba cruzando las puertas del Centro Pokémon, sin darse cuenta de que cuatro figuras lo seguían. Eran el Equipo Rocket y Eusine, quienes todavía querían ese Suicune que poseía Ash. Ash llegó al mostrador donde lo recibió la enfermera local Joy.

"Buenas noches, joven, y bienvenido al Centro Pokémon de Alto-mare. Me temo que, a menos que hayas hecho una reserva, no podremos ofrecer alojamiento a más entrenadores. Verás, estamos muy ocupados debido al gran festival de mañana". "Aún puedo curar a tu Pokémon si quieres".

Ash le entregó su Pokedex. "Buenas noches enfermera Joy, ayer hice una reserva para Ketchum, también me gustaría que cuidaras a todos mis Pokémon y les hicieras un muy buen chequeo".

La enfermera Joy tomó la Pokedex y la escaneó a través de su terminal. "Eh, sí, veo que tienes una habitación reservada, está bien, aquí está la llave de tu habitación y si quieres poner todas tus Pokebolas en este carrito, mi Blissey y yo nos ocuparemos de ellas de inmediato".

Ash y las chicas colocaron todas sus Pokebolas en el carrito que ahora estaba siendo empujado por Blissey, Ash luego le contó a la enfermera Joy sobre las leyendas que tenía, para que no se sorprendiera demasiado cuando las revisara. Con todos sus Pokémon asegurados, Ash y las chicas se dirigieron hacia el ascensor que los llevaría al área de alojamiento. No pasó mucho tiempo para encontrar su habitación y Ash usó la llave para abrir la puerta. La habitación era muy espaciosa, de un lado tenía una cama y del otro lado una litera, también había un par de puertas francesas que daban a un balcón que daba al pequeño canal.