➤ ᚱ𝗘𝗕𝗘𝗟𝗟𝗜𝗢𝗨𝗦 𝐈𝗡𝗧𝗘ᚱ𝗘𝗦T͇.͇

── Su sonrisa logró endulzarme.

Esta noche era una pequeña fiesta entre los overlord aparentemente, celebraban por haber visto como se rendían los ángeles de esta batalla. No era realmente especial, ni tampoco Carmilla la había propuesto, sólo fue ahí para que sus hijas se divirtieran.

Llegó una gran limusina al lugar y Velvette baja desacompañada de allí, una sonrisa juguetona se plantó en su rostro encontrando primero a Carmilla Carmine entre los dispersos grupos que charlaban desde lo lejos, aunque mantiene la compostura desviando su mirada por completo de la mujer como si fuese una total desconocida. Terminando de bajar cierra las puertas del coche detrás suyo y este maneja a toda velocidad a un club. Los que estaban dentro eran Vox y Valentino, con eso uno puede informarse mucho de la razón por la que prefirieron faltar a la pequeña fiesta. La de baja estatura comenzó a caminar y sacarse un buen par de selfies para subirlas a sus redes sociales, pues la reputación siempre iba primero, según su parecer. Una risita burlona se escapó de sus labios mientras pasaba por donde Carmilla estaba sentada, sujetó el vaso del que la mujer estaba tomando y igualmente tomó de él, limpiándose con su puño. Carmilla, sorprendida por esta repentina acción tan irrespetuosa únicamente pudo fruncir su ceño en respuesta, no es que pudiese faltarle el respeto también porque se molestó. Ahora Velvette estaba sentada a su lado con las piernas completamente abiertas, esto ya parecía apropósito y no lo dejaría pasar.
──  Señorita Velvette. ── Llamó a la de mechones rojizos que levantó su mirada ligeramente como si no estaba oyéndola. La misma elevó su mano para indicar que le diese un tiempo, ahora guarda el teléfono y la observa fijamente.
──  Carmine~. ── Más que claro era que buscaba molestarla en este momento, nuevamente Carmilla no dijo nada en respecto a eso. ── Dígame, ── Continuó intrigadamente, ── ¿Por qué atendió la fiesta cuando normalmente prefiere omitirlas? 
── Duh, me compré este vestido lindo y no iba a dejar que se pudra en mi armario. Dime, Carmi, ¿me veo bonita? ── Preguntó llevando cierto brillo manipulador en sus ojos.
Carmilla se tomó su tiempo inspeccionándola y asintió con la cabeza para responder:
── Admito que esta noche usted me parece muy bonita y distinguida. Me agrada su estilo tan extravagante.

... Blink blink.

──  ¿Quéeee?  ── Después de eso Velvette quedó boquiabierta, esperaba de todo excepto eso, incluso proveniendo de la mujer con la que ha discutido cada dos reuniones. Era inevitable claro, estaba sorprendida, así que un suave rubor ocupó gran parte de sus mejillas casi llegando hasta su frente. Esto comprobaba lo fácil que era halagar a esta chica, todo gracias a su ego. Ante esto, Carmilla rió levemente, tomando un sorbo de vino.
──  ¿Le sorprende? Yo supuse que se lo decían muy a menudo.  ── De hecho, la más alta ya estaba sonriendo, sinceramente aunque tal vez no pueda admitirlo, le resultó agradable esta reacción tan nerviosa.
── SÍ. Pero, osea, no me lo esperaba de TÍ, ¿sabes? ── A este punto podría tartamudear.

... Qué momento perfecto para oír música suave reproducirse. La de baja estatura aún estaba nerviosísima, además estar a solas con Carmilla no era algo que pasaba todos los días.
Carmilla se levantó del asiento, dejando su cabello soltarse con cuidado de no tirar algún objeto cercano a ella. Velvette quedó deslumbrada por la belleza de aquella overlord que no tuvo tiempo de pensar en lo que pasaba a su alrededor.

──  Velvette. ¿Le interesa bailar?