Constantes y variables -HIATUS-

Capítulo 3: El callejón y el sombrero

Capítulo 3: El callejón y el sombrero

Descargo de responsabilidad: como de costumbre, no soy dueño de Bioshock o Harry Potter, cada uno pertenece a sus respectivos dueños

Se despertó rígidamente, la suavidad de la cama lo sorprendió cuando abrió los ojos mirando hacia un techo desconocido. Volvió la cabeza lentamente tratando de despejar la niebla inducida por el sueño en su cabeza mientras trataba de recordar dónde estaba. Me vinieron a la mente las imágenes de la tarde que acababa de pasar y se dio cuenta de dónde estaba. La casa 'Haunted' al final de la calle donde había tropezado con la verdad sobre quién y qué era.

Podría hacer magia.

Era un mago.

Iba a una Escuela de Magia y Hechicería. Iba a escapar de los Dursley por el año en que estaría en la escuela. Se sentó mirando a su alrededor, buscando sus gafas. Los deslizó mirando la habitación andrajosa y vio la bolsa y una nota en la parte superior sentada en una silla en la esquina de la habitación, Harry pateó sus piernas desde el borde de la cama y se acercó, abriendo la espalda para ver varios juegos de su ropa metida apresuradamente en la bolsa. Agarró la nota, abriéndola para echar un vistazo a quién la había escrito.

Harry,

Esto es todo lo que tu tía empacó cuando fuimos a la casa ayer.

Nos dirigiremos al Callejón Diagon para conseguir tus cosas de la Escuela hoy. Estaremos abajo esperándote cuando estés listo.

Bañera

Sacó una muda de ropa, se vistió rápidamente y bajó las escaleras, asegurándose de que el cinturón de sus pantalones estuviera lo suficientemente apretado. La desventaja de tener un primo mucho más grande y entregarme ropa era que realmente no encajaban y el cinturón tenía que tener varios agujeros adicionales perforados en la cosa para que así fuera podría ser tirado más apretado. Mirándose a sí mismo en el espejo polvoriento, descartó su apariencia, ya estaba acostumbrado, cabello negro desordenado, ropa holgada y desgastada. Eran parte de quien era, salió de la habitación y bajó las escaleras, callarse si alguien todavía estaba durmiendo y se dirigía hacia la cocina, pero podía oír hablar desde la cocina.

"No puedes contarme sobre la clasificación? Lo que he leído en el libro es tan vago, solo que somos elegidos para una casa pero sin nada que decir cómo somos elegidos." Elizabeth dijo mientras sostenía una taza de té en una mano y un libro en la otra, mirando hacia el otro extremo de la mesa.

"Nadie puede decir qué es, es uno de los pequeños encantos que entran en él. El misterio y la intriga que vienen con la Clasificación es que la información solo se puede contar a las personas que ya lo saben. Para el resto solo podemos ser vagos." Ella explicó y Elizabeth hizo pucheros ante la no respuesta que le dieron. "Vea a Elizabeth, podrá ver cómo se ve la clasificación cuando llegue más tarde hoy. Recuerda que serás ordenado cuando vayamos."

"Todo esto está confirmado, ¿no? No me gustaría aparecer y luego que me dijeran 'lo siento, no es posible' y tengo que irme de nuevo después de que tengas mis esperanzas." Ella dijo en serio, aunque tratando de mantener el tono de la conversación ligera.

"El propio Dumbledore envió un mensaje anoche después de que te hubieras quedado dormido. Tiene muchas ganas de hablar contigo." Bathsheda explicó y miró hacia la puerta mientras Harry entraba. "Belleza dormida por la mañana." Ella bromeó ligeramente y Harry se sonrojó.

"Mañana." Él respondió mientras se sentaba.

"Cómo te sientes hoy? Anoche estuviste muerto en el mundo cuando volvimos." Ella comentó antes de tomar otro trago de su taza.