Desde ese día todo cambió... empecé a seguir a ese tal jungkook a todos lados, sin que el supiera claro.
Estaba triste, el no me devolvía el follow en ig. Agh, maldito, te arrepentirás.
—este maldito no me da bola. ¿Qué me recomiendas, banshan?— Dije esperando alguna respuesta.
Cri cri cri. Sonidos de grillos sonaron como sonidos de silencio del sonido.
A falta de respuesta decidí arriesgarme. Total que puedo perder? Ja! Nada. Porque yo no pierdo, yo resuelvo.
Decidí responderle una nota que decía.
"Alfajores? A 500."
Maravilloso, me encantan las cosas dulces.
"Eyy, competencia 😡" respondí. ¿Por qué? Porque yo soy como un alfajor; Dulce y extremadamente delicioso.
Pasaron menos de 143 segundos y ya tenía respuesta suya. Que emoción.
"Por qué? Si yo no vendo alfajores." Madre mía la cagué. Ahora que hago, la cagué. Tremendo. Me arriesgué y no gané.
—Taehyung, ve a la enfermería y pídele a la encargada que venga por favor.— maldita sea, no me dejan hacer ni clase de educación física tranquilo, siempre se tienen que accidental estos débiles.
Mientras caminaba con dirección a la escalera, no me fijé que a la vuelta de esta estaba jungkook. Dios, iba tan rápido que choqué con el y quedamos tan cerca que incluso puedo decir que vi sus átomos y pude descubrir su razón trigonométrica.
—P-perdona. Fue sin querer.— Le dije con una mirada de perro mojado. Jungkook no hizo más que darme el menso side eye y seguir en su teléfono.
Mientras corría de vuelta de la enfermería con dirección a la cancha, me acordé que debía de llevar a la encargada conmigo pero con el imprevisto del choque se me olvidó. Así que, fui por un atajo y subí otra vez una distinta escalera. Mientras la subía mantenía mi mirada en el suelo, por sí me encontraba uno de los verdes.
Pero, oh sorpresa. Perdí el equilibrio y le di el meo cabezazo a alguien que estaba justo. JUSTO al lado mío.
Cuando me gire para decirle que tuviera más cuidado, me percaté que no era nadie más que jungkook. Oh maldición. La volví a cagar.
