Capitulo 1

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Día 153
«Sexto intentó fallido»

Ella abrió sus ojos con pesar, soltó un leve chillido de dolor por el golpe en su cabeza, frente de ella estaba el hombre que decía ser su esposo, sintió que su mirada penetra en su alma. Él la tomo de la barbilla con su mano, obligándola a mirar sus intimidantes ojos verdes.

Su corazón se hundió de miedo inmediatamente, al saber que su intento de escapar no funcionó.

"...Eres mía, ¿Entiendes?" dijo en un tono exigente.

"Po-por favor déjame explicarte."dijo ella al borde del llanto.

El rostro del hombre se contorsionó en una mueca de ira, sus ojos verdes brillaron con una furia que la hizo temblar.

"¡Cállate! " su voz era un grito que le hizo sentir que le arrancaría los huesos. " ¿Crees que puedes burlarte de mí?

"N-no yo..." Su voz temblaba se sentía tan vulnerable.

"Eres mía, y solo mía. No hay nadie que pueda salvarte de mí". su voz se volvió tan baja que parecía un susurro, pero era tan peligroso que podía sentir el miedo que le estaba infundiendo. "Ahora, dime... ¿Qué harías para demostrar que eres una buena chica?"

"¿Qué haré...? Bu-bueno prometo no volver a escapar, seré buena." dijo temerosa, sabía que el estaba furioso, aún así intentó sonreír.

El rostro del hombre frente a ella se iluminó con una sonrisa perversa, sus ojos verdes brillando con malicia y un escalofrío recorrió el cuerpo de la pobre chica.

"Muy bien, buena chica..." su voz la hacía sentir que estaba en un lugar sin salida." Te voy a hacer una oferta..." dijo" Tienes que hacer algo para mí..."

Ella sintió su corazón encogerse con terror, la sonrisa que le daba el hombre le hizo saber lo que se aproximaba.

"Quiero que te deshagas de tus bragas... Quiero verte desnuda." dijo él con voz demandante.

"N-no puedo.... Por favor pídeme otra cosa lo que sea"dijo mirándolo horrorizada sintiendo su ansiedad crecer.

Su mirada se volvió aún más intensa, sus ojos verdes destellaban con furia mientras su mano se apretaba con fuerza alrededor de la barbilla de la chica quien chilló.

"¡No me desafíes!" su voz era más un gruñido que haría temblar a cualquier."No tienes derecho a negarte a mis deseos, no después de lo que me has hecho."

Ella quiso replicar pero el hombre la interrumpió y con voz firme habló.

"Ahora, quiero que te desnudes y muestres tu cuerpo sin excusas."dijo alejándose de ella." Si no lo haces, habrá consecuencias... Y no creas que escaparás de ellas."

Ella no dijo nada, sabía que era verdad lo que decía y recordando como le fue la última vez que intento escapar, decidió obedecer, así que con gran pesar fue quitándose lentamente cada una de sus prendas.

La mirada de su supuesto esposo se suavizó un poco al verla desvestirse, pero sus ojos verdes seguían brillando con un deseo insaciable.

"Mmm... así me gusta, obediente y sumisa."dijo relamiendo sus labios." Ahora, acércate a mí quiero sentir tu cuerpo contra el mío, quiero que me des todo de ti." su mano extendida le indicaba que se acercará a él, mientras su mirada ardiente esperaba una respuesta de ella.

Ella sin decir nada caminó lentamente hacia su "esposo" con cierto nerviosismo.

" Así... Quiero que te rindas a mí, quiero que te des a mí..." su mano se cerró alrededor de la pequeña cintura de ella, atrayéndola hacia él con una fuerza irresistible. " Ahora, besa a tu dueño..."

Su cuerpo se tensó al sentir el frío toque del responsable de su sufrimiento, un sentimiento de impotencia se instaló en su pecho.

"Flip... No lo hagas." susurro su nombre, sabía que a él le encanta que lo llamara, sabiendo eso intento convencerlo de desistir.

El cuerpo del hombre se estremeció ante el susurro de su nombre, su mirada ardiente se encontró con la nerviosa mirada de ella.

" Evelyn... Eres mía y solo mía." dijo deslizando su mano por tu espalda, acariciándole con suavidad. "Ahora, demuéstrame cuánto me deseas."

Tras esas palabras sus labios devoraron la boca de la joven  en un beso intenso y apasionado, forzando a Evelyn a corresponder, mientras su mano se deslizaba por su cuerpo, explorando cada centímetro de ella.

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Sentía su garganta seca, su rostro estaba rojizo por el llanto, tenía sus ojos hinchados al igual que sus labios los cuales estaban secos, su cuerpo no paraba de temblar.

Una mano acarició con delicadeza su cabello rojizo, haciéndola sentir miserable y sin poder evitarlo ella soltó un sollozó.

"Shhh... Mi amor está bien¿Ves? Yo estoy contigo, no tienes por que estar así." dijo él con calma, con una sonrisa satisfecha en su rostro.

Ella no dijo nada, solo siguió llorando en voz bajita, rogando mentalmente a Dios que alguien la ayude.

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⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

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