Otro minotauro fue derribado con rápida precisión y técnica. Estalló en cenizas un momento después, su piedra mágica cayó al suelo y Takeru dejó escapar un suspiro y envainó su espada.
Miró hacia atrás y vio piedras mágicas similares en el suelo en buenas cantidades. Sus oponentes anteriores los había derribado.
"Grandes oponentes", dijo, secándose una gota de sudor de la cabeza, "debería haber estado en esta planta todo el tiempo".
Después de ver la batalla de Bell con el minotauro, Takeru y los demás sintieron que algo en ellos se encendía al ver a su capitán lograr algo casi imposible.
Para otros, como Hana y Elbia, fue trabajar en una 'obra maestra', como la llamaban, encerrarse abajo en su estudio hasta terminarla.
Para aquellos como Takeru, se trataba de superar sus límites y alcanzar nuevos niveles de fuerza. Sin embargo, eso vino con su propia serie de problemas en este momento.
Takeru escuchó un ruido que se acercaba detrás de ella. Miró hacia atrás para ver a un trío de personas con armadura dura mirándola maliciosamente. Se acurrucaron formando bolas y rodaron hacia ella a velocidades increíbles. Cuando estuvieron a cierta distancia, se lanzaron desde el suelo, con el objetivo de aplastarla bajo su peso, velocidad y piel blindada.
Todo terminó para ellos con tres cortes y una ráfaga de fuego cortando a cada uno de ellos.
Takeru dispersó las llamas que había invocado, notando que su mano solo tenía quemaduras menores esta vez, estaría curada mañana.
Era gracioso, rara vez había llamado sus llamas cuando luchaba contra los minotauros, pero cuando se trataba de estas criaturas, le resultaba mucho más difícil cortar ese caparazón sin dañar gravemente su arma.
La mazmorra estaba llena de sorpresas.
Ella miró distraídamente su espada y notó con el ceño fruncido lo dañada que estaba. Tenía más astillas y grietas ahora que cuando exploró la mazmorra anteriormente. Es cierto que los pisos en los que estaba anteriormente eran casi nulos en comparación con el piso en el que se encontraba ahora.
Tendría que cambiarle la espada. Con suerte, consiga uno mejor, uno que pueda manejar a los monstruos hasta aquí.
Y tal vez más lejos si pudiera.
"Wow", dijo una voz familiar cerca, "sabía que estabas deseando luchar contra estas cosas, pero ¿tal vez te excediste un poco?"
Takeru se giró para ver a Ibuki acercándose con su traje completo y máscara, el ninja mirando a su alrededor y a las piedras mágicas en el suelo. No solo los de armadura dura y minotauro, sino también los de otros monstruos que la desafiaron anteriormente.
Solía haber bastantes monstruos en esta área, pero ahora ya no los había, Takeru era un poco exitoso hoy.
Ibuki tomó distraídamente una piedra mágica de minotauro, la miró y luego miró los sacos que había atado a sus costados. Tenía seis y cada uno de ellos estaba lleno de sus ganancias y las de Takeru en la mazmorra. Principalmente de Takeru, Ibuki tenía una motivación diferente para ir a la mazmorra además de conseguir buena excelia y piedras mágicas.
"¿Has terminado tus tareas?" Preguntó Takeru, envainando su espada, "Me preocupé cuando te fuiste solo sin mí".
Ibuki hizo caso omiso de su preocupación y le arrojó la piedra mágica que sostenía, la cual Takeru atrapó casualmente y puso en su propio saco atado a su costado. "No lo seas", dijo, "no era la mejor ninja de mi vida". mundo, pero soy más que lo suficientemente buena para escabullirme por estos pisos sin ser detectada", se detuvo a pensar, recordando cuando un minotauro surgió de la pared que estaba detrás de ella, la cosa casi la aplasta antes de que ella terminara rápidamente. a través de una rotura de cuello, "en su mayoría", concluyó, admitiendo.
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¿Es incorrecto convocar a Waifus en la mazmorra?
AventuraDesde que terminó la Era de los Héroes, se estaba trabajando en un plan. Un plan elaborado por el dios más inesperado de los últimos mil años. Ahora es el momento de implementar ese plan y que comience con un regalo. Un regalo que cayó del cielo, pa...