THE PRINCE •HyunMin•

018

Seungmin en verdad estaba sorprendido por la cantidad de guardias y personas armadas que se encontraban en la entrada del Palacio y por sus alrededores. No quería creer que esto fuera sólo por él, sabía que de tras de todo esto había algo más grande que su simple secuestro.

"Querida ¿pero qué haces aquí?" Saludó la madre de Hyunjin a su sobrina para después dirigirse a Seungmin "Nos alegra mucho que estés a salvo. Ahora sólo falta informar a todos y esperar lo siguiente"

¿lo siguiente? Seungmin no entendía que era lo que pasaba. Era como si en estos días hubiera estado dormido y cuando despertó las cosas como las conocía hubieran cambiado.

El tacto de una mano sobre su hombro lo sacó de aquellos pensamientos "cuando mi primo se entere estará tan feliz"

Al escuchar esas palabras no pudo evitar curvar sus labios en una pequeña sonrisa. Espera poder verlo pronto.

Cuando Seungmin se quedó sólo, decidió dar un recorrido dentro de aquel Palacio. Sin duda es mucho más grande que el de sus padres. Mientras entraba y salía por cada pasillo y sin querer alcanzó a escuchar una voz conocida, sabía que la había escuchado antes.

Caminó siguiendo el sonido de esa voz a la cual se le agregaron dos voces más. Se recargó en la puerta pegando su oído a ella para tratar de escuchar mejor.

No entendía bien sobre que hablaban, sólo que involucraba a Hyunjin y...
No pudo escuchar más, alguien lo tomó del hombro asustándolo.

"Deberías de saber que es de mala educación escuchar una conversación ajena" alzó sus cejas.

"Lo siento, yo... es sólo que, me es difícil esto, se que algo está ocurriendo y sólo quiero saber"

La puerta fue abierta y de ella salieron un hombre que no conocía, el rey Hwang y Jackson si mal no recuerda su nombre. "Sólo es cuestión de preguntar, nada más. Y tu" apuntó a su compañero "deja al pobre, debe estar asustado" Wang se acercó a Kim y lo tomó entre sus brazos tan fuerte que Seungmin pensó que se quedaría sin aire.

"Lo estas asfixiando, idiota" Park se lo quitó. "Discúlpalo, mi compañero suele ser así con todas las persona"

"Bien, yo los dejaré a solas. Aún tenemos mucho que hacer y Seungmin, me alegro que estés bien" el Rey se despidió de todos y se marchó.

"Bien. Ahora cuénteme que ocurre, por favor" les pidió. Los dos hombres se miraron un par de segundo para después hacer algo con sus manos que en verdad Seungmin no tenía idea de que se trataba.

"Piedra, papel o tijera" era lo que los dos hombres delante de él decían, moviendo sus manos en puño, mostrando sus palma, y sacando sus dedos índice y el medio.

"Bien, gané yo. Tu dile" Wang suspiro y comenzó a decirle todo.

"Mi, mi hermano está con vida" pequeñas lágrimas resbalaban por sus mejillas. Fue la mejor noticia.

"Aunque ahora mismo no se el donde está. Verás... es complicado. Simplemente desapareció, así como así. No le dijo a nadie a donde iría o cuánto tiempo saldría"

"Chan está tratando de buscarlo pero aún no hay noticias" completó Park.
"Hyunjin también se unió en la búsqueda pero tampoco tuvo éxito"

Y Seungmin volvió a sentir esa inmensa culpa dentro de él. Si él no se hubiera ido cuando claramente Hyunjin se lo pidió tal vez ya estuviera junto a su madre y hermano, esperando juntos, al menos, a que todo esto que se avecina comenzara.

》🛡《

Faltaban sólo un par de horas para que el gigante sol diera paso a la pequeña luna. La Guardia se mantenía atenta a cualquier sonido y mantenía su vista lo más centrada posible en sus áreas asignadas.

Al caer la noche la gran batalla comenzaría, eso fue lo que dijo uno de los arqueros que salió a dar una ronda y regresó con una herida grave en sus costillas. El hombre murió.

Todo aquel que quisiera mantenerse fuera para defender su territorio es bienvenido, y niños y la mayoría de las mujeres deben mantenerse seguros en los adentros del palacio.

La Reina lideraba el grupo de arqueros mientras Chan junto a Hyunjin sobre sus corceles lideraban distintas tropas de hombres que lucharán hasta la muerte con sus armas.

"En cuestión de minutos todo comenzará, su majestad. No es..."

"Este es mi pueblo y yo soy de ellos. Este es mi deber" lo interrumpió manteniendo su vista hacia el horizonte, como si buscara una señal de que todo esto pronto acabaría, un milagro. Chan sólo regresó en silencio a su posición de batalla esperando lo mejor.

¿que si tenían miedo? Claro que si, la última guerra que hubo fue hace demasiado tiempo y los sobrevivientes de aquel entonces, la mayoría ya eran hombres de avanzada edad. Las nuevas generaciones no estaban tan preparadas como las pasadas. Pero aún así, todos estaban dispuestos a sacrificar sus vidas por el bien de sus hijos y por el bien de su pueblo.

Todo comenzaría al aparecer la luna. De noche la visibilidad es baja, por lo tanto deberían tener mucho más cuidado y ser más precavidos. Han se encargaba de enseñar a Félix y otras personas a como atender heridos y sobre todo mentalizándolos para los casos horribles que acontecerían. Él jamás presenció algo por el estilo pero el dr Seo siempre le mencionaba todo tipo de casos y situaciones que se podrían prestar.

"¿Félix, has visto a Minho? No lo encuentro por ningún lado" Felix lo miró alzando una ceja, como supiera sobre los sentimientos albergados hacia el otro joven "s-solo quiero asegurarme de que su herida no se haya infectado o algo"

"No y pensándolo bien tampoco he visto a Changbin. ¿no crees que ellos..."

"No pienses en eso. Deben estar por ahí" se comenzó a preocupar, Minho no aparecía por ningún lado. A los pocos segundos de que comenzaron a buscarlos, Félix encontró a su novio descansando en una esquina del palacio pero su joven Príncipe Lee, no.

Jisung comenzó a caminar hacia la puerta del palacio pero cuando intentó salir fue detenido por dos de los guardias que cuidaban la puerta por la parte de adentro. "Tenemos órdenes de no dejarlo salir". Y con esas palabras supo lo que significaba, Minho salió también a luchar.

La desesperación recorrió su cuerpo y sentía como sus ojos comenzaban a picar, quería llorar "¡Tienen que dejarme salir! Será sólo un momento, por favor" trató de abrirse paso entre los dos hombres siendo esto inútil. A simple vista le triplicaban la fuerza, incluso más.

Se dejó caer al frío piso, sintiendo sus lágrimas caer. Felix logró ver lo que sucedía y se acercó rápido a su amigo. Le abrazó por la espalda colocando su mandíbula en la cabeza del contrario, dando suaves masajes en los brazos ajenos. "Descuida, todo estará bien" después de unos momentos en los que uno se ancargaba de calmar y otro a tratar de no llorar, se levantaron y caminaron a donde se encontraba la mayoría de las personas, Han aún soltando pequeños temblores.

Changbin se acercó a ellos "se que no es buen momento pero siempre los vi practicar, a Hyunjin y Minho. De vez en cuando tenían pequeñas batallas amistosas y en verdad los dos son muy buenos" puso su mano derecha en el hombro del chico. Han sólo asintió y tomo asiento junto a una pequeña niña junto a su abuela y un perro que parecía tener una edad ya avanzada, les sonrió, tratando de darles esperanzas a todas las personas dentro del lugar, llevando sus pensamientos negativos a la basura y tratar de pensar que todo se solucionará pronto.

De pronto cuando todo parecía calmo y sereno un sonido peculiar se oyó a la distancia. Un cuerno, indicando el comienzo de una noche sangrienta en la que las posibilidades de amanecer con vida aún eran pocas.