Duxo abrió los ojos lentamente, sintiendo un dolor punzante en la cabeza.Se sentó despacio en el borde de la cama, apoyando la cabeza entre las manos mientras intentaba recordar.
La noche anterior había sido borrosa, como si intentará ver a través de un cristal empañado, intentaba recordar pero fallaba, solo lograba captar fragmentos de risas, grito. Se arrepiente te haber bebido, aunque esté no habría quedado completamente ebrio por el alcohol.
En un solo momento, los recuerdos empezaron a llegar y tomar forma. Imágenes abrieron paso en la mente borrosa del azabache: Sus amigos festejando su cumpleaños, se divertían mucho, algunos platicando, otros riendo o jugando uno que otro videojuego, al final todos se fueron solo quedó el y Aquino, que en si lo ayudaría a limpiar, pero no fue así.
Una imagen de el y el castaño frente a frente en un dulce beso.
Más y más imágenes llegaban, Aquino mirándolo con esos ojos color ámbar que siempre lo reconfortable, un instante a otro pudo apreciar el roce de sus labios, el calor de su piel cercana, las caricias.
Duxo se estremeció, intentando apartar esos pensamientos, pero eso no era posible luego de unos instantes de intentar poner todo en su lugar, todo tenía sentido, había pasado una noche con su mejor amigo Aquino.
Ya recordaba todo, pero se preguntaba donde está Aquino si el paso con el toda la noche.
Duxo miraba por toda la habitación, solo vio su ropa, pero no la de Aquino, volvió a revisar pero sin señales de el. Bajo la mirado y noto que en la mesa de noche había una nota doblada:
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El azabache se quedó viendo por un momento la nota, muchas cosas, pensamientos le llegaban a su mente, no quería pensar en algo que no es, así que tomo la nota.
Duxo quería ir a buscar a Aquino, quería verificar que no era cierto en lo que estaban pensando. En una acción rápida intento ir al piso de abajo para ver si estaba o no Aquino. Pero no pudo, al intentar poner un pie en el piso, este se calló, golpeándose las rodillas y brazos
Duxo- ¡Aaahh!, ¡MIERDA¡, estúpido Diego Aquino- maldecía en su mente
En el suelo vió que no tenía nada puesto, y con eso confirmaba más lo que pasó la noche anterior
Cómo pudo volvió a la mesa de noche para tomar su teléfono, y marcarle a soaring para que venga, pero este no respondía, así que decidió marcarle a mictia.
