Capitulo III

220 24 1
                                    

Liling no se molestó en ver que horas eran, solo sentía que había descansado bastante bien, eso después de terminar bastante tarde de jugar con los chicos, sin querer tomar su teléfono, decidió arreglarse primeramente, utilizando unos shorts negros de tela y un buso negro también. Al salir de su habitación, se encontró con Pang, Cat y K, quienes aparentemente también habían hecho lo mismo que ella. Lao K, conociendo a la chica, la hizo subir en su espalda bajando las gradas de tal manera.

-¿Qué hay para desayunar? — preguntó Pang, bajando las gradas.

-Supongo que lo mismo de siempre — respondió Liling.

-Buenos días — los saludó Yao, poniéndose de pie, siendo ignorada por K, el cual solo la miró.

-Buenos días — Liling devolvió el saludo con una sonrisa, al igual que los dos restantes.

K le permitió bajarse de su espalda, para poder agarrar su desayuno y sentarse en el comedor todos, haciéndole compañía a Yao, a los segundos de haberse sentado, bajó Cheng, con una bata, esta dejaba ver un poco de su pecho, todos fijaron su mirada en él, viendo como seguía de largo hasta el refrigerador, fue entonces cuando los miró —. Buenos días.

-Buenos días, hermano Cheng.

-Buenos días — susurró Yao.

-Es mejor que subas rápido, querido Cheng — sugirió Liling, aguantando su risa, haciéndole percatar al mencionado sobre la presencia de Yao, Cheng asintió, caminando con normalidad hasta las gradas, subiendo con rapidez.

Un rato después, cuando casi todos estaban terminando de desayunar, se escuchó la voz de Rui —. ¿Dónde están todos? ¡Oigan! Vengan — todos se pusieron de pie al verlo junto a Ming, acercándose a ambos.

-God Ming, ¿estás de regreso?

-Sí.

-¿Qué dijo el doctor?

-Nada serio — la atención de Ming se dirigió a Yao, extendiendo su mano como forma de saludo —. Hola, Tong Yao.

-Hola, God Ming — la chica correspondió al saludo —. ¿Su mano sigue mejor?

-Mucho mejor.

-Déjemos la platica hasta aquí y vamos al punto importante — pidió Rui —. God Ming se habrá retirado, pero no nos dejará. A partir de hoy, se ha convertido oficialmente en el entrenador de ZGDX.

-Sabía que nuestro God Ming no sería capaz de dejarnos — celebró Pang.

-¿Has regresado? — preguntó Cheng bajando las gradas, ya cambiado de ropa, parándose al lado de Ming.

-Nunca me fui.

-Ming, aún extraño esos días en los que era el jugador del sector central — mencionó K.

Ming sonrió, mirando nuevamente a Yao —. Ahora nuestra nueva jugadora del sector central es Tong Yao.

-Tengan por seguro que haré mi mayor esfuerzo — prometió la chica.

-Ya se acercan las nacionales. Ming y yo supervisaremos su entrenamiento y les ayudaremos a tener un equilibrio entre el trabajo y su vida personal — explicó Rui —. A partir de mañana, nadie tiene permitido levantarse tarde. Deben irse a dormir temprano y madrugar.

-¿Te levantaste temprano para ver “Los Salvajes”? — cuestionó K con seriedad a Yao.

-No sabía que no teníamos permitido ver programas en la base — expresó Yao.

-No hay una regla como esa, linda. Puedes hacer lo que gustes durante tus descansos, ¿bien? — aclaró Liling con una sonrisa.

-Eso es verdad. ¿Cierto, Lao K? — Pang lo miró.

WABI SABI [Falling Into Your Smile] | ʟᴀᴏ ᴋ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora