I. No me agradan las fiestas

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Ana acababa de terminar el segundo bimestre de la universidad y aunque tenía vacaciones ella no pensaba en salir, lo único que ella quería era dormir y dejar el mundo exterior por unas horas. Aunque esos no eran los planes de su mejor amiga Rubí, la cuál es una persona un tanto extrovertida, que se la pasa fumando y tomando en cada fiesta a dónde iba. Y está vez no era la excepción, ella quería festejar a lo grande y justo le había llegado una invitación de una fiesta que se iba a llevar acabo en uno de los barrios más lujosos de toda Roma, no cualquiera podía entrar ahí, así que para ella fue todo un logro conseguirlas. 

Cuando Rubí entró en a su casa encontró a su amiga durmiendo en el sillón con la televisión prendida. 

-Ana, despierta.- Dijo Rubí agitando a Ana lo cual hizo que ella se despertara poco a poco, pero de una manera algo más apresurada.- ¿Pasó algo? Tu nunca me despiertas.- Dijo Ana preocupada.- Es muy importante, me invitaron a una fiesta, pero no es cualquier fiesta, la organiza alguien importante.- Cuándo Rubí le dijo eso a Ana no solo se ganó una mal mirada sino que también un almohadazo de parte de amiga.

-Vete al carajo Rubí, interrumpiste mi sueño para nada. 

-No es cierto, nos vamos a ir en una hora, por lo que necesito que te empieces a preparar porque yo no voy a estar llegando tarde a las cosas y tampoco quiero ir sola, además tienes que ir para descansar un poco de tu mente tan grande. 

-Rubí, no me agradan las fiestas.

-Lo sé, pero está vez va a ser más divertido, así que ponte el mejor vestido que tengas y nos vamos. 

Cuando Rubí dijo eso Ana se levantó y se fue directo a su baño a bañarse. Al entrar al baño prendió la ducha y se metió, sin antes poner música, está vez puso un playlist de Spotify de Rock. Ella escuchó una banda que le llamó la atención, pero como se duchaba no pudo ver el nombre de la canción o el nombre del banda. Por alguna extraña razón no solo le había gustado el ritmo, sino que también la voz del vocalista, le gustaba que fuera ronca y que tuviera una manera tan única de cantar. 

Al salir de la ducha se decidió poner un vestido rojo muy corto, con un escote que hacía que se viera perfecta. Al salir de su baño, se puso unos tacones no tan altos y se dejó el pelo al aire libre, luego se haría algún peinado. Agarró su bolsa y en ella puso su billetera, tu teléfono y unos condones para prevenir cualquier cosa. Al salir encontró a Rubí viendo su celular así que se puso enfrente de ella por lo cual Rubí subió la mirada y al ver a Ana esbozó una gran sonrisa. 

-Eres hermosa amiga, de seguro enamoras a alguien hoy.- Cuando dijo eso Rubí, Ana se echó a reír.- Gracias por subirme el autoestima. - Dijo y le dio la mano para que se levantara del sillón en donde estaba sentada. Luego salieron del edificio y esperaron a  que el Uber llegara a traerlas. Cuando llegó el Uber las dos se subieron en la parte de atrás y se empezaron a maquillar. Ana no se puso la gran cosa, solo un poco de rimel y Gloss. Después de una hora llegaron a su destino, era un barrio grande con mansiones y casas enormes. Ellas bajaron del carro y entraron a la mansión. Al entrar nadie les estaba pidiendo nada simplemente la gente pasaba por lo cual ellas hicieron lo mismo, pero no se encontraron una fiesta tranquila, se encontraron una fiesta la cual no se podía oír y  mirar nada. La música estaba muy alta y las luces rojas hacían que fuera mu difícil ver a la gente. Tomó la mano de su amiga y se dirigió a unos sillones que había visto. 

-Vamos, no nos vamos a quedar sentadas. Venimos para divertirnos.- Dijo Rubí casi gritando por todo el volumen de la música.- Ve tú, yo me quedaré aquí.- Al parecer a Rubí no le había gustado eso por lo cual jaló a Ana a la pista de baile en donde había mucha gente acumulada. Rubí hizo que Ana entrara en confianza así que empezó a bailar.-Vamos, sígueme.- Ana se dio por vencida y empezó a seguir el ritmo de su amiga. Las dos empezaron a bailar hasta que se cansaron y fueron de nuevo a los sillones. 

-Ana, hay una barra ahí, voy a pedir bebidas, quieres algo?

-No gracias 

Ana se quedó esperando a su amiga hasta que notó que ya se estaba tardando. Desde ahí pudo ver la figura de su amiga yendo con un hombre al segundo piso, no le parecía tan importante ya que desde que habían ido a la pista su amiga le estaba haciendo ojitos a un hombre, aunque no sabía quién con exactitud. Ana se quedó en los sillones observando como todos se divertían, aunque no estaba tan aburrida ya que estaban pasando canciones de personas como "Isabel Larosa" que hacían que ella no estuviera tan aburrida. 

-Holaaaa, me llaman Victoria, pero mi nombre es Vic o era al revés? Bueno eso no importa. Qué haces sentada aquí? No te está gustando mi fiesta? - Dijo una chica como de su misma estatura, aunque no la podía ver bien pudo notar que era rubia. La chica se sentó a la par de ella y puso un brazo al rededor de Ana.

-No, solo no tengo nada que hacer. 

Victoria se hecho a reír.

-Mejor escucha un secreto, está fiesta la hice yo con mi amigo Thomas y los dos formamos parte de la banda Måne...

-Victoria, deja de escaparte estas muy ebria. Yo te dije que no tomaras tanto porque cuando tomas se te va la boquita y empiezas a hablar de más.- Al subir la mirada, Ana pudo notar a un hombre alto y con pelo corto y algo desordenado acercándose a ellas. 

-Déjame Damiano, ando con una muy bonita chica. 

-Y qué pasa con Luna? Además ella te está buscando y deja de decirle a medio mundo eso.- Casi no se pudo escuchar lo que dijo aquel hombre, pero al parecer Ana lo había logrado y descifrar. 

-Luna! Iré con ella para folla- 

-No quiero saber, chao. 

Victoria se levantó y se fue, dejando un pequeño espacio para aquel hombre el cual no dudó en sentarse. Prendió un cigarro y se quedó analizando a Ana. 

-Te obligaron a venir, no es así?

-Si y a ti también no?- El chico le dio una pequeña calada a su cigarro y luego respondió.- La fiesta es de mis amigos.- Ana asintió.-Iré por un trago, me acompañas?- Preguntó Ana levantándose del sillón.- No me gusta tomar, pero te acompañaré. 

Los dos se fueron a la barra y Ana pidiendo varias bebidas. Los dos empezaron a platicar Ana seguía y seguía tomando....

Ana:

Al levantarme pude notar que estaba en una cama muy cómoda, Dios, esto era estar en el paraíso, pero mi cama no es así. Cuando abrí los ojos pude notar que no estaba en mi cama, no estaba en mi habitación y mucho menos en mi casa. Pero qué carajos?



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⏰ Last updated: Sep 22 ⏰

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After the party/ Damiano DavidWhere stories live. Discover now