Capítulo 59: Comida de amor

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"Lo siento, pensé que era Li Zhao así que me emocioné un poco". La asistente sonrió tímidamente. "Es porque me gusta demasiado que me lo creí".

"No pasa nada. Es normal tener esa reacción si te gusta una persona". La mujer de recepción echó un vistazo a la placa de la asistente y recordó su nombre. En el momento en que la asistente se marchó, la sonrisa de la empleada de recepción desapareció sin dejar rastro.

¿Qué fan? Los fans de Li eran reacios a llamar a Zhao Zhao por su nombre completo. Normalmente le llamaban Bebé o Zhao Zhao. Obviamente, se trataba de una mancha solar haciéndose pasar por fan, ¡demasiado descarada!

Wei Tian se dirigió a la entrada del ascensor, echó un vistazo al ascensor dedicado a la dirección especial y su expresión cambió ligeramente. Ella absolutamente no escuchó incorrectamente. Qin Xiao había llamado al joven de la gorra 'Sr. Li' y la espalda del joven se parecía mucho a la de Li Zhao.

Se dirigió al cuarto de baño y sacó su teléfono para enviar un mensaje. Tras enviar el mensaje, borró todas las huellas y abrió la puerta del retrete. Se encontró por casualidad con un colega que acababa de entrar y éste le sonrió. "Lili acaba de volver de vacaciones y nos ha comprado regalos. Si no vuelves a la oficina, la comida que ha comprado Lili ya se la habrán comido".

"Enseguida voy, gracias". Wei Tian guardó su teléfono en el bolso con naturalidad y se dirigió al grifo para lavarse las manos. Se miró en el espejo y observó a su colega por el rabillo del ojo. La otra había sacado unos polvos y se los aplicaba en la cara como si fueran a embellecerla.

Era una compañera que acababa de ser trasladada desde una sucursal. Se decía que su capacidad de trabajo era muy buena y así parecía ser.

Wei Tian recogió un trozo de papel de cocina, se secó las manos y sonrió a su compañera. "Hermana Xia, primero volveré a la oficina".

"Sí. Acuérdate de decirles que me dejen un poco". La mujer llamada Hermana Xia seguía pensando en la comida en el baño.

"De acuerdo." Wei Tian sonrió dulcemente mientras pensaba que esta mujer de casi 30 años tenía el mismo carácter que su cara. Ella era vulgar.

Los pasos se alejaron gradualmente y la Hermana Xia continuó usando el polvo para arreglar su maquillaje. De repente, el cuerpo de Wei Tian medio asomó por la puerta, asustando a la Hermana Xia que estaba maquillándose seriamente. "Tian Tian, ¿ya te has ido? ¿Por qué asustas a la gente?"

"Pensé que me había olvidado de recoger mi pintalabios pero resultó que estaba metido en el bolsillo de mi chaqueta". Wei Tian se aseguró de que su nueva compañera no dudara de ella y dejó de simular el sonido de los pasos. Se fue de verdad.

Clic.

La Hermana Xia cerró la polvera y abrió el retrete en el que acababa de estar Wei Tian.

No se había oído el sonido de la cisterna cuando Wei Tian salió. La bolsa de basura de la papelera acababa de ser sustituida y no había ni rastro de basura. La empresa tenía un vestuario y una sala para fumadores, así que no podía estar fumando ni cambiándose de ropa aquí.

Una vez que Wei Tian salió, había vigilancia en sus ojos y había observado secretamente a la otra persona en el espejo. Incluso fingió irse antes de volver para comprobar la reacción.

La Hermana Xia adivinó bien. Definitivamente había un problema con Wei Tian.

●°•°°•°●

El ascensor seguía subiendo. Li Zhao miró los números que se actualizaban constantemente en la pantalla del ascensor y dijo: "Su edificio de oficinas es realmente hermoso".

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