Cool for the summer - SooLia

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Tell me if I won
If I did, what's my prize?
I just wanna play with you too

🎶

Por la mañana, cuando estamos reunidos en el gimnasio para preparar las actividades del día, les pregunto a los niños a qué les gustaría jugar en primer lugar.

-Kickball! -grita Im Na-moo.

-¡Martín pescador! -exclama Hwang Sunmi.

-¡Nada! -suelta Choi Tae-yong.

Deliberan unos con otros; cabezas unidas, susurros quedos, alguna que otra carcajada. Y entonces, sin previo aviso, Seo-jun interviene:

-Cheval!

Un silencio estupefacto sucede a su sugerencia. Los otros niños lo miran como si hubieran olvidado que estaba allí.

-¿Qué significa «cheval»? -quiere saber Lee Jun-ho.

-Caballo -digo-. En francés.

-¿Quiere montar a caballo? -pregunta Seo Hye-rim.

-No, jugar al baloncesto -respondo yo, sonriendo a Seo-jun, que ya está de pie con los brazos en jarras, listo para empezar-. Venga, todos, cada fallo es una letra. El último en completar la palabra «caballo» gana.

🐎

Esta vez no me pienso arriesgar. Cuando termina la jornada, aun antes de que salgamos en manada al aparcamiento para la recogida diaria, dejo a Yeji y a otro monitor a cargo de los niños y corro al cuarto de baño para enfundarme el vestido.

Cuando salgo del fresco edificio para internarme en el calor de la tarde, todos los niños se vuelven a mirarme. Únicamente me han visto con el cabello recogido en una desordenada coleta y vestida con la camiseta blanca y los pantaloncitos verdes del uniforme. Siempre cansada, sudorosa y agobiada.

Ahora, en cambio, llevo un vestido amarillo que susurra cuando camino, y me he soltado el pelo, que cae sobre mis hombros. Me he puesto perfume, desodorante e incluso una pizca de maquillaje. Y a juzgar por la expresión de sus caras, está claro que parezco otra persona.

-Hueles bien -dice Jung Tae-hyun como si le sorprendiera.

-A flores -confirma Kang Kyung-soo.

-Gracias -les digo. Espero que Soobin reaccione como ellos.

Todos los padres han llegado puntuales hoy, incluida la madre de Seo-jun, que me dedica un saludo un pelín culpable todavía. La hermana del chico viaja detrás y levanta el brazo para mostrar la férula rosa. Seo-jun guarda las distancias mientras lo acompaño al coche, pero cuando su madre baja la ventanilla para preguntarle si lo ha pasado bien, el niño la mira.

-Hemos jugado a cheval -dice, a la vez que se sienta detrás.

-¿Qué quiere decir cheval? -oigo preguntar a la madre mientras se alejan, y yo sigo sonriendo de cara al coche cuando veo a Soobin al otro lado del aparcamiento.

Lo primero que advierto es que lleva una camisa distinta. Entrecierro los ojos para asegurarme de que la vista no me engaña, pero es verdad. Es del mismo estilo que las anteriores, pero a cuadros azules y blancos en lugar de azul cielo. Tardo un instante en percatarme de que se ha puesto vaqueros también; le quedan un poco largos y lleva los bajos doblados, pero todavía los arrastra por el suelo. El roce de la tela se deja oír cuando se acerca.

-Wow -le digo cuando llega a mi altura. Ni siquiera se molesta en disimular el hecho de que está mirando mi vestido, y de repente me siento como si de verdad hubiera quedado para salir con un chico-. Estás muy guapo.