4. Conociéndonos

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—Vaya, ¿Es tu auto Tony?— pregunté sorprendida viendo el Audi que se estacionaba frente a ellos.

—Así es... ¿Te gusta?— preguntó.

—No sabes cuánto, tal vez te lo robe— bromee guiñando un ojo.

—Haber si puedes— me respondió con una media sonrisa burlona.

—¿A dónde iremos?— preguntó Steve.

—A comer— respondió Tony —.Ahora suban al auto.

*****

—¿Qué van a ordenar? — pregunté observando el menú.

—No lo se... tal vez ordene una hamburguesa, hace mucho que no como una— dijo Tony —¿Tu Steve?

Él miraba el menú.— No lo se... ¿Tu ___?— su vista se enfocó en mi, regalándome una tierna sonrisa.

—Bueno... tal vez unas enchiladas— dije encogiéndome de hombros.

—Bien, entonces que sean dos— respondió el capitán dejando el menú sobre la mesa.

—¿Escucho verdad?— preguntó Tony al mesero—. Y unas sodas tambien.

—Enseguida señor—. respondió el mesero llendose de la mesa.

—Vaya... eres demasiado mandón.

—Pero aun así soy tu hermano—. sonrió de lado.

—____... ¿Por qué no nos cuentas el porque de los robos? — pregunto Steve de repente.

—Es cierto hermanita, ¿Por qué has estado robando bancos?

—Pues... de algo tenia que sobrevivir— respondí restándole importancia al asunto.

—¿Y por eso robaste tantos bancos?— insistió mi hermano.

—No, para poder sobrevivir e intentar huir de Hydra solo tuve que robar uno.

—¿Y los demás? — ahora quién hablo fue Rogers.

Solté un suspiro, al parecer, aunque no quisiera, tendría que hablar del tema—. En cuanto salí de donde Hydra me tenia cautiva, estuve viviendo un par de meses en la calle junto con un par de niños, todos con problemas.

—¿Y eso que tiene que ver?— mi hermano me miraba confundido.

—Comprendí lo que era vivir en la calle, y en cuanto tuve control de mis poderes, comencé a robar bancos, no solo para poder vivir y salir de Europa sino para sacar de esa miseria a los niños.

—No me sorprende, siempre tuviste un gran corazón— dijo Stark.

—¿Sabias que tu hermano estaba vivo? — me preguntó Steve.

Asentí en respuesta.

—¿Y porque no me llamaste?— preguntó el mencionado bastante confundido e incluso, pude notar un poco de enojo en su voz.

—Tony te conozco, sabia que no me creerías hasta que me vieras, además, solo sabia que estabas vivo, no en donde estabas o bien, como eras físicamente.

—¿Y como lo supiste entonces?— me preguntó Tony.

—Los vi en televisión cuando ocurrió lo del ataque chitauri.

—¿Pero porque hasta ahorita te apareciste?— preguntó Steve.

—Estaba en Noruega cuando los vi, pero debía ayudar a un par de niños, unos hermanos, quienes eran solamente dos, el mayor cuidaba a su hermanita, pero ellos quedaron huérfanos, así que robe un banco más, el más grande en Noruega, para poder pagar el futuro de ambos, pero  ese trabajo me llevo unos meses planearlo.

Demons [Steve Rogers & Tú]  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora