Capítulo 18

1.7K 122 33
                                    

Había pasado mes y medio desde la final y no se sentía mejor. Le había contado casi todo a Hinata y todavía estaba a su lado. Kunimi también había sido un gran amigo, le dijo que había sospechado cosas en la escuela secundaria pero que tenía miedo de saber las respuestas. Y por eso le dijo que no se quedaría al margen sin hacer nada más. Le había recomendado a Kageyama que fuera a un psiquiatra. Su madre era una de ellas y podía recomendar a alguien bueno. Y Kageyama había aceptado.

Había pasado un mes desde entonces y dos y medio desde la final. Estaba tomando medicamentos para la ansiedad y se sentía un poco mejor. Le ayudaron a poder pensar correctamente y no pensar demasiado en todo. Su médico le había dicho que tardaría mucho en recuperarse de todo, pero finalmente se estaba abriendo un poquito más. Y así, un día cuando se topó con Oikawa en la calle, este lo saludó. Habían hablado. Oikawa se disculpó por las cosas que dijo a propósito. Había tenido miedo y frustración, lo enmascaró con ira y le dijo que iba a terapia para trabajar en sus inseguridades. Kageyama le habló de su terapia. Hablando con el otro colocador descubrió que a ellos tampoco les había ido tan bien por sí solos. Oikawa le había dicho que habían pensado las cosas muy profundamente, que lo entendían y que realmente lo extrañaban. Querían mejorar todo si Kageyama les daba la oportunidad.

Kageyama lo pensó bien, él también los extrañaba. Una semana después levantó el bloque y les escribió en el brazo.

Creo que me gustaría darte una tercera oportunidad.

No recibió ningún mensaje y estaba empezando a preocuparse cuando sonó el timbre. Encontró a dos de tercer año muy nerviosos parados en su puerta. Los dejó venir y empezaron a hablar.

- Lo entendemos. En primer lugar, no deberíamos haberte bloqueado. Se siente horrible – dijo Iwaizumi – y además, tenías razón con todo eso del “dos contra uno”. No sentimos ni todavía sentimos que estamos completos sin usted, pero entendemos que fue razonable cómo se sintió. – Iwaizumi le sonrió a Kageyama- si nos das la oportunidad, prometemos no cerrar el vínculo nunca más. En cambio, lo hablaríamos. Y nos aseguraremos de que veas que hay un espacio con nosotros que está vacío sin ti.

- Segundo, no tengo ningún problema con que juegues voleibol. Y deberíamos haber estado ahí apoyándote pase lo que pase. No te culpo por nada de lo que pasó en esos juegos. Ésa es toda la terapia para... estoy aprendiendo a lidiar con mis inseguridades sin decepcionarlos a ninguno de ustedes. – Oikawa sonrió por un momento, y luego se puso serio – todas las cosas que dije mientras gritaba, no eran ciertas. No creo nada de eso, dije lo que sabía que me dolería profundamente porque simplemente estaba herido y quería lastimarte a ti también, lo cual está mal, lo sé, ¡Iwa-chan! – dijo cuando el chico de ojos verdes lo miró dispuesto a hablar. a

- Pero queremos que prometas hablar con nosotros si alguna vez también te sientes inseguro. Si algo te molesta, por favor dínoslo para que podamos solucionarlo, ¿vale? – Kageyama asintió, sabía que necesitaba aprender a hablar más sobre sus sentimientos. – Te lo prometo, nunca te dejaremos, yo…te amo. Ustedes dos. Y no puedo estar sin ti, necesito que ambos os sintáis completamente felices. Y lo siento si alguna vez te hice pensar diferente.

La conversación siguió un poco más y finalmente pudieron sentir que estaban bien. Los tres estuvieron de acuerdo en cosas que debían cambiar para mejorar, y principalmente era su comunicación. Todos tenían miedo de ser heridos y sentirse vulnerables, pero si se guardaban sus inseguridades para sí mismos, sólo explotarían en algún momento. Como sucedió antes.

Después de poder soltar todo lo que tenían en su pecho, se abrazaron mientras veían una película, y sentía como si los últimos dos meses no hubieran existido, o al menos las cosas malas. Hubo algunas cosas buenas que fueron el resultado de su pelea y tiempo libre, y aunque podrían doler, Kageyama no se arrepintió. Tuvieron el tiempo que tanto necesitaban para darse cuenta de que necesitaban arreglar sus propias cosas para poder ser mejores el uno para el otro.

De amor, dolor y almas gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora