Fue inesperado|♡Wenclair♡

Capítulo 31

Al día siguiente, luego de que no hubiera ocurrido nada la noche pasada,
La pelinegra caminaba a un ritmo rápido ya que quería saber cómo quitarse esa maldición entre las piernas, así que acudió con una chica de confianza.

-¡Oye, Yoko!-

La vampiro giró en dirección de donde la llamaban, y vio a la pelinegra.

-Yoko, necesito que me ayudes en algo-

Decía la pelinegra mientras caminaba tranquilamente hacia la chica vampiro.

-Claro, ¿Que sucede Merlina?-

-No puedo decirlo aquí-

-¿De acuerdo?, ¿quieres ir a mi habitación y lo hablamos ahí?, ¿o que quieres?-

-En donde estemos lo más solas posible-

Decía la pelinegra mientras miraba a Yoko

La vampira sonrió y se acomodó los lentes mientras decía

-Claro como el agua-

{ En la habitación de Yoko}

-Pues bien, ya estamos en mi habitación, ¿Qué era tan importante que necesitabas que estuviéramos a solas?-

-Es que, es bastante incómodo decirlo pero..-

-¿Ajá?-

-Es que tengo un-

En ese momento la pelinegra se acercó a la vampiro y le dijo al oído lo que tenía con ella.

-Wow eso es.. muy inusual-

-Supongo que sí, además no sé ni siquiera como fue que me apareció.. eso.
Y quería saber si me podrías ayudar a volver a la normalidad-

-Pues, realmente sí puedo, solo que será un gran problema si ya lo has utilizado-

Yoko miró juguetonamente a la pelinegra y esta respondió con seriedad

-No he follado con nadie, así que tranquila-

-Yo no dije que lo hayas hecho-

-Pero tu mirada sí-

Dijo la pelinegra mientras miraba a la vampiro, esta comenzó a reírse mientras miraba también a la pelinegra

-Bueno, comencemos, ¿Verdad Mer?-

-Prefiero Merlina, y sí, comencemos de una buena vez-

Dijo la pelinegra mientras caminaba al centro de la habitación y se sentaba en este.

{ Horas más tarde }

-Y listo, ya estás como nueva-

Decía la vampiro orgullosa de su trabajo

-Pues sí, creo que está bien-

Decía Merlina mientras examinaba que no le hubiera ocurrido nada secundario tras el método mágico de Yoko

-Bueno, puedes irte Mer-

Decía la chica mientras le abría la puerta a la pelinegra.

-Oh, ahm sí, bueno, ya me voy, adiós-

-Adios Mer, pero espera un momento-

La vampiro detuvo a la pelinegra y esta volteó

-Uhm, ¿sucede algo?-

-¿Y mi "Gracias Yoko por ayudarme"?-

Decía la chica con una sonrisa burlona, Merlina ya estaba un poco cansada así que solo quería terminar con toda esa perdida de tiempo.

-Yo uhm... te agradezco-

Dijo la pelinegra, dio media vuelta y se fue de ese lugar, ya en la puerta de su habitación, abriendo la puerta vio a la rubia mirando su teléfono y al parecer no se había percatado de su presencia, nada fuera de lo normal para ella, pero Enid estaba distinta, la pelinegra tenía un mal presentimiento así que solo se volteó para abrir la puerta y marcharse sigilosamente.

-Merlina-

Un escalofrío pasó por todo el cuerpo de la pantera, pero se mantuvo firme aunque no negaría que si estaba un poco temerosa.

-¿Qué sucede?, Enid-

Decía la chica mientras liberaba su cola y la movía tranquila pero a la vez ansiosamente.

-Necesito que escuches algo muy atentamente-

Decía la rubia mientras se acercaba a la pelinegra la cuál estaba cada vez más ansiosa por la acción de Enid, Merlina cerró los ojos y cuando los abrió Enid estaba apunto de besarla, y como lo supuso la pelinegra, recibió un beso en los labios, esta no se negó, cerró los ojos y lo continuó agarrando a la rubia de la cintura mientras esta se abrazaba al cuello de la chica pantera.

-Quiero que te olvides lo de ayer, que te olvides de todo lo malo que nos pasó y solo te enfoques en mí, que solo me prestes atención a mí, que solo sea tuya, y tú solo mía, ¿es tan difícil pedir eso?-

Decía la rubia agarrando suavemente del rostro a la pelinegra mientras Enid admiraba esos ojos tan oscuros como una noche sin luna y Merlina miraba a esos ojos celestes tan característicos de su rubia licántropo, la pelinegra se puso a pensar, mientras apretaba sus dientes y miraba a la rubia, finalmente no lo pudo soportar más y besó a la rubia, esta comenzó a mover su cola con emoción como si fuera un perro y correspondió al beso de la chica mientras Merlina pedía permiso con su lengua para entrar a la boca de la licántropo y esta abrió un poco la boca para que así entrara la lengua de su amada, en poco tiempo comenzaron un beso de lengua, Merlina agarró de los muslos a la rubia para cargarla, la alzó con facilidad y la puso contra la pared mientras sus colas se movían ansiosamente por lo que les estaba ocurriendo a ambas chicas.

Merlina paró el beso para hablar

-Está bien, si quieres que sea solo tuya y tú quieres ser solo mía, yo seré solo tuya y tú solo mía, ¿Estás segura de lo que quieres?-

La rubia asintió con la cabeza repetidamente para darle a entender a la pelinegra que no podría estar más segura de lo que quería, Merlina al ver que Enid estaba decidida a ser su mujer, a ser solo de ella aceptó, ya que aunque la pelinegra no lo quiera admitir, ella también quería algo con la rubia desde hace tiempo.

-Muy bien, comencemos entonces-

Dijo la pelinegra, eso desconcertó a la rubia, a lo cual preguntó con una ceja levantada y la cabeza inclinada como hacen los perros cuando están confundidos

-¿A qué te refiere--

Antes de que pudiera terminar su pregunta ya estaba recostada en la cama boca arriba con Merlina quitándose la camisa y la corbata arriba de ella

-¡E-Espera!, ¡¿Que se supone que quieres hacer?!-

Decía la rubia mientras se ponía cada vez más nerviosa y roja

-Enid, tú quieres algo conmigo, y aunque me cueste admitirlo, yo también quiero algo contigo, así que me parece correcto reforzar esto de una buena vez-

Decía la pelinegra mientras se terminaba de quitar la camisa

-Asi que, prepárate lobita-