Después de regresar a la casa de sus padres, Jimin comenzó su vida escolar en la escuela secundaria "Nonsan" como estudiante de primer año. Al instante, uno de los chicos, Jung Hoseok, se interesó en él y le pidió unirse a su equipo de voleibol al n...
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Un gemido salió de sus labios, siguiendo al hombre alto que los arrastraba al gimnasio.
— ¿Estás seguro de que esto está bien? — preguntó mientras miraba a su alrededor. No pudo evitar sentirse un poco nervioso por ir ahí y estar con gente que jugaba voleibol a diario.
— ¡Sí! ¡Me aseguré de preguntarle a mi capitán ya mi entrenador para que esté bien! —Hoseok tarareó felizmente, todavía caminando hacia el gimnasio, prácticamente arrastrándolo hacia él.
Jimin dejó escapar un suspiro y se acercó con la cabeza.
—Está bien, está bien. — gimió mientras miraba un poco a su alrededor. No pasó mucho tiempo hasta que finalmente llegaron al gimnasio.
Los latidos del corazón de Jimin se aceleraron cuando entró. Inmediatamente fue recibido por la vista de los jóvenes preparándose para la práctica.
— ¡Oye! ¡Estamos aquí! —Hoseok gritó en voz alta, prácticamente saltando sobre sus talones. Jimin cruzó los brazos sobre el pecho y puso los ojos en blanco ante la energía del otro.
Inmediatamente, Jimin pudo sentir que la mirada se dirigía hacia él, lo que lo hizo sentir un poco incómodo.
- ¡Oh! Oye, te recuerdo. — Una voz habló mientras un hombre de pelo negro se acercaba a él. Jimin se congeló ante la voz familiar...
De ninguna manera.
— ¡¿Te acuerdas de mí?! ¡Soy yo! Jungkook. — sonriendo mientras miraba a Jimin.
— Ohhh, ¿es con quién estabas coqueteando?
— ¡Cállate! Yo... ¡No estaba coqueteando con él!
Hoseok miró a Jungkook y Jimin.
— Cállate. — le susurró a Hoseok, mirándolo mientras se daba cuenta y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.
— Sí... te recuerdo. — Jimin dirigió su atención a Jungkook, quien les estaba sonriendo. Un pequeño polvo rosado apareció en sus mejillas.
Joder, esto es malo.
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