Después de regresar a la casa de sus padres, Jimin comenzó su vida escolar en la escuela secundaria "Nonsan" como estudiante de primer año. Al instante, uno de los chicos, Jung Hoseok, se interesó en él y le pidió unirse a su equipo de voleibol al n...
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— Lo siento mucho. — chilló Jimin, con las mejillas rojas mientras el pelinegro solo se reía un poco.
— ¡Está bien! No hay necesidad de disculparte. — habló, agachándose y ayudándole a recoger sus libros.
Jimin había estado corriendo para llegar a la escuela cuando accidentalmente se topó con un chico. Tenía que admitir que era bastante guapo y esta no era la primera vez que veía al chico. Así que fue bastante vergonzoso toparse con él así, eso era seguro.
Tomando los libros del suelo junto con el tipo que los devolvió, Jimin le dio las gracias.
— ¿Eres nuevo aquí? No te había visto antes. — preguntó el chico y Jimin asintió con la cabeza.
— Sí, soy nuevo. Empecé a venir a esta escuela ayer. — habló mientras el chico extendía su mano.
— Soy Jeon Jungkook.Encantado de conocerte. — sonrió mientras Jimin le estrechaba la mano.
— Park Jimin. Encantado de conocerte. — un pequeño sonrojo apareció en su rostro mientras soltaba su mano. Joder, ese tipo estaba bueno.
Antes de que Jungkook pudiera decir algo, sonó una voz.
— ¡Jungkook! ¿Terminaste de coquetear con él? ¡Trae tu trasero aquí!
Jungkook parpadeó, su cabeza giró hacia donde estaba la voz y Jimin pudo imaginar que miró a su amigo. Dirigiendo su atención a Jimin, le dio una sonrisa tímida
— Lo siento. De todos modos, encantado de conocerte Jimin, nos vemos por ahí. — sonrió y con eso se fue hacia donde estaba su amigo.
Las mejillas de Jimin se pusieron rojas mientras giraba en dirección opuesta.
— Bien, calma, calma, todo está bien. — se dijo a si mismo, tratando de calmarse mientras su mente se demoraba en torno a Jungkook.
¿Podrá volver a verlo? Jimin realmente lo esperaba.
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— ¿Cómo lograste salirte con la tuya? — Preguntó Hoseok mientras cerraba la cremallera de su mochila, dirigiendo su atención a Jimin.
Este sólo se encogió de hombros un poco. — No lo sé, pero me alegro de haberlo hecho. — Se rió mientras Hoseok asentía.
— Sí, de lo contrario te habrían castigado. — tarareó Hoseok.
Ambos salieron de su última clase, caminando uno al lado del otro.
— ¿Y sobre el chico atractivo? — Hoseok sonrió, inclinándose un poco.
— Oh, cállate. — siseó, con las mejillas poniéndose rosadas mientras seguía caminando.
— ¡¿Qué?! Nunca me dijiste su nombre. — se quejó Hoseok mientras Jimin se encogía de hombros
— Y si sigues burlándote de mí, no lo sabrás. — habló haciendo que Hoseok pusiera un ligero puchero.
— ¡Como sea! Quiero hacer una apuesta contigo. — Hoseok dejó de caminar, lo cual Jimin también hizo, girándose hacia el hombre, confundido.
— ¿Qué tipo de apuesta? — pregunto, lo que hizo sonreír a Hoseok. — No me gusta esa expresión en tu cara.
Hoseok se rió entre dientes y se inclinó.
— La apuesta es, ¿Qué tal si te unes a mi práctica de voleibol por un día? Si no te gusta, te dejaré en paz. — Habló. — Pero si te gusta, tienes que unirte a nuestro equipo. — Sonriendo, Hoseok prácticamente saltaba sobre sus talones donde estaba.
Jimin parpadeó, mirando al hombre más alto.
— Sabes qué... bien. Es un trato. Sólo porque sé que no me gustará. — habló confidencialmente mientras comenzaban a caminar de nuevo.
— ¿Estás seguro de eso? — bromeo Hoseok, riéndose un poco mientras Jimin ponía los ojos en blanco.
— ¿Por qué quieres que me una de todos modos? — Jimin no pudo evitar preguntar.
Hoseok se encogió de hombros.
— Acabo de ver cuánto disfrutas jugar voleibol en educación física, además también tienes una pelota de voleibol en tu casillero. ¡Ninguna persona que odia el voleibol tiene una pelota al azar en su casillero! — dijo Hoseok, sonriendo levemente para sí mismo.
Jimin no pudo evitar suspirar suavemente aunque una pequeña sonrisa apareció en su rostro.
