CAPITULO II

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El día de la reunión por fin había llegado, la espera de estos días habían sido una tortura para la pelirosada, con el trabajo de la linea de ropa, y el plan de vox en mente, no logro descansar muy bien en los últimos días.

En la sala se encontraban la dueña del emporio de Rosie, en palabras de Velvette, el vejete de zestial, la traficante de armas, el demonio de la televisión y ella. La reunión transcurrió con normalidad, aunque la peliblanca encontró un poco raro que Velvette; por primera vez se quedara callada durante toda la reunión. Así que decidió preguntar el porque de su comportamiento, en privado.

Una vez acabada la reunión, los overlords fueron saliendo uno a uno de la sala, sin embargo Vox, le susurró algo al oido a la pelirosada antes de irse.

- Ya sabes que hacer - dijo alejándose cada vez más de la menor

- Vete a la mierda - fue lo que pasó por la cabeza de Velvette en ese momento, mientras veía como Vox la dejaba a su suerte con la mayor. No necesitaba que le recordarán que tendría que hacerla de carnada solo para que los V's llegaran al poder.

- ¿Velvette, podrías quedarte unos minutos? Tengo que hablar de algo contigo - Ya no había vuelta atrás, era ahora o nunca.

- Está bien anciana, de todas maneras yo también necesito decirte algo - Carmilla solamente rodo los ojos ante el insulto, ya se había acostumbrado a que la menor la tratara así.

- Quería felicitarte por comportarte en ésta reunión - habló la mayor después de un silencio incómodo.

- ¿Solamente necesitabas que me quedara para esta pendejada?- dijo rodando los ojos, fue una maldita perdida de tiempo, pensaba. Hasta que recordó lo que debía de hacer.

- Si quieres verlo de esa manera... - no terminó la frase, dejando a velvette confundida,pero ella no respondió, de ahora en adelante debía pensar muy bien lo que iba a decir, una paso en falso y todo se iría al carajo.

- Hoy no quise molestarte para no causarte más arrugas de las que ya tienes - la peliblanca frunció el ceño, Velvette jamás dejaría pasar una oportunidad para ofenderla, era parte de su personalidad.

Después de un silencio incómodo, Velvette habló.

- Cambiando de tema, necesitaba pedirte un.... favor.- lo último lo dijo prácticamente con una voz inaudible, nunca pensó en estarle diciendo esto a la puta de Carmine.

- Disculpa ¿Que fue lo que dijiste?- preguntó la mayor mientras alzaba una ceja, pensando que estaba alucinando o algo por el estilo.

- QUE NECESITO PEDIRTE UN FAVOR - gritó la más pequeña, se moría de la vergüenza.

- ¿Tu? ¿Pedirme un "favor"?- dijo la peliblanca casi riéndose al no creer lo que acababa de escuchar, conocía bien a Velvette y sabía que ella nunca pediría una favor, mucho menos se lo pediría a ella.

- Se que después de todo lo que ha pasado no tengo derecho de pedirte esto, pero valía la pena intentar - dijo mientras se recargaba en la mesa

Carmilla meditó un poco sobre lo que Velvette le había dicho, no sabía lo que ella podría pedirle, talvez no fuera algo tan malo; pero aún no ha olvidado que la menor casi la expone ante todos los overlords el año pasado.

- A la mierda, fue una perdida de tiempo - dijo Velvette mientras se levantaba de la silla. Estaba a punto de abrir la puerta para irse hasta que la mayor habló.

- ¿Que es lo que necesitas?- su voz se había hecho aún más grave, esto claramente puso nerviosa a Velvette, aunque logró disimularlo muy bien.

- Necesito tu ayuda para un nuevo diseño que estoy haciendo, es un chaleco antibalas, más o menos - dijo mientras regresaba a su asiento.
La mayor se tranquilizó un poco al oír eso, pues no era tan malo como pensó, es más; sería fácil terminar ese favor.

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⏰ Última actualización: Jun 30 ⏰

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