One-Shot Mafin

One Shot 1

- ¿Qué haces ahí?, Fina. ¿Qué te pasa?.- Pregunta Marta llegando hacia Fina que se encuentra sentada detrás de uno de los estantes del almacén. La joven llora desconsoladamente sin poder prácticamente ni hablar.

- Mi padre...- Intenta decir pero las palabras se queda en un murmullo ahogado por el llanto y las respiración entrecortada.

- ¿Le ha pasado algo?- Le pregunta Marta que lleva en su despacho desde antes de almorzar y no había recibido ninguna noticia al respecto. Fina solo puede negar con la cabeza, sabe que no le ha pasado nada, hacia poco más de una hora que había estado con él pero verlo en ese estado la había destrozado.

Isidro había tenido una pequeña crisis mientras almorzaba junto a su hija en la habitación. La joven había llamado rápidamente a Jaime que se había hecho cargo de la situación y había conseguido estabilizar al hombre que cada vez se veía más débil y con menos fuerzas. Fina destrozada por la situación y tras ver que su padre se dormía por las pastillas que le habían dado tuvo que buscar un lugar donde refugiarse para poder dar sosiego a su alma. No quería irse a su habitación porque estaba Claudia, y sentía que no podía seguir cargando a sus amigas con sus problemas. Necesitaba un lugar donde se encontrase a salvo, y donde nadie pudiese encontrarla. Sólo necesitaba poder llorar y desahogarse tranquila, y nunca pensó que la persona con la que se encontraría en el almacén sería Marta. Fina se moría por abrazarla, y poder sentirla cerca. Nunca se había sentido tan completa y feliz como cuando estaba en sus brazos y en ese momento solo deseaba que todo estuviese bien entre ellas. Necesitaba poder dejarse llevar por sus sentimientos y abrazarla hasta que la tristeza desapareciese de su cuerpo.

Marta que parecía haberle leído el pensamiento le coge ambas manos y la anima a ponerse en pie. Ambas quedan a la misma altura, Fina con los ojos aún abnegados en lágrimas y las mejillas mojadas por el llanto.

Marta en un impulso que no puede controlar seca suavemente sus lágrimas con sus manos, dejando una caricia tan sutil y suave por las mejillas de la otra mujer que no puede evitar soltar un suspiro de alivio. Fina siente una calma que hacía tiempo que no sentía y por unos segundos la paz se apodera de su cuerpo.

- No sé como ayudarte, Fina.- Le dice Marta que baja su mano para coger la barbilla de la más joven con el fin de hacerla subir la mirada y que sus ojos se crucen. Necesita trasmitirle todo lo que siente, todo lo que haría por ella, pero antes de poder continuar hablando un deseo irrefrenable de abrazarla se apoderade ella y la atrae hacia su cuerpo.

Marta suspira cuando nota las lágrimas de Fina caer en su cuello, el dolor que sentía en el pecho desde que se había enterado del estado de salud de Isidro solo empeora y nota como la presión casi la deja sin respiración. Sus manos acarician suavemente la espalda de Fina que parece respirar algo más calmada y sus lágrimas son cada vez menos.

- Sé que nada puede aliviar lo que sientes ahora mismo pero necesitas tener un poco de tranquilidad para poder volver con tu padre.- Le dice Marta suavemente a su oído cuando nota que ya está más tranquila pero sin soltarla.- Vamos a ir a mi despacho.- Añade bajando aún más la voz y ahora sí separándose de ella para mirarla a los ojos.

- Debería volver con él...- Dice Fina dubitativa, aunque que parece algo más recuperada y calmada. Sus manos siguen agarradas a las de Marta que la acaricia con suavidad intentando trasmitirle una fuerza que ni ella misma siente.

- Isidro no puede verte así, Fina.- Asegura mirándola fijamente.- Iremos a mi oficina y llamaré a casa, le diré a Digna que esté al pendiente de él y que nos llame si sucede cualquier cosa.- Le explica cogiéndola solo de una mano para dirigirla hacia su despacho tranquilamente.