Naruto Uzumaki, un joven ninja con habilidades extraordinarias, se encuentra repentinamente transportado a un mundo diferente a todo lo que ha conocido. Al despertar en un paisaje desolado lleno de vestigios de una civilización que alguna vez florec...
Lentamente abrí los ojos, todo a mi alrededor estaba oscuro pero visible gracias a una tenue luz que iluminaba de manera pobre la habitación en la que me encontraba, las luces provenían de la luna, la cual se filtraba a través de las ventanas rotas y sin cortinas.
No recordaba nada, no tenia idea de por que estaba ahí, no podría pensar en nada...
Probablemente abre estado horas recostado en aquella habitación oscura, simplemente tratando de recordar algo, me dolía cada parte de mi cuerpo, pero no me importaba ya que había un dolor aun mas fuerte que no me dejaba pensar en nada y era el dolor de mi corazón.
Fue entonces que lo recordé, recordé todo lo que había pasado antes de llegar a donde fuera que sea aquí. Yo, estaba pelando contra Madara junto a Sasuke y...
Perdimos...
Perdimos totalmente, Sasuke, Sakura, Kakashi-sensei... todos, fueron asesinados, todos murieron frente a mi sin que pudiera hacer algo al respecto.
Las lagrimas comenzaron a rodar por mi rostro y el dolor de mi corazón se hizo mas doloroso. Trate desesperadamente de calmarme, pero no podía, como se suponía que debía hacerlo todas las personas que me importaban, las personas que jure proteger habían muerto, habían desaparecido.
Estaba solo... nuevamente, estaba solo.
"K-Kurama"? Mi garganta estaba seca, y simplemente decir una palabra me causaba dolor, pero aun así dije su nombre, el nombre de quien por muchos años no fue nada mas que una fuente de tortura, desesperación y odio constante. Pero ahora... era mi amigo, el único ser que estuvo a mi lado desde antes de mi nacimiento.
No hubo respuesta, "¡¡K-Kurama!!" volví a gritar de forma desesperada, pero el silencio que me rodeaba no fue interrumpido por su voz ronca y gruesa.
"Así que... también él se fue..." los recuerdos de mi amigo siendo arrancado de mi por Madara, no eran falsos después de todo.
El dolor que sentía en ese momento por perder a todos mis seres queridos, solo era equiparable al dolor que sentía en todo mi cuerpo. No había ni una sola parte de mi que no me doliera.
"¿Q-que, se supone que debo hacer ahora?" No tenia las energías para seguir adelante, no había nada por lo que luchar.
No se cuanto tiempo abre pasado en esa habitación llorando, pero debió haber pasado mucho tiempo ya que comencé a notar los tenues rayos del sol saliendo por el horizonte. Pase toda la noche con pensamientos oscuros, debatiendo con si debo terminar todo ahora y poder reunirme con mis amigos en el mas allá.
"Ero-senin probablemente me regañaría" una risa amarga sonó, pero no duro mucho, dolía, dolía mucho pensar en ellos.
Sin muchas ganas, me levanté tenía que hacerlo, tenía que averiguar dónde estaba, a paso lento comencé a explorar el lugar donde me encontraba había cosas que reconocía, pero otras eran totalmente ajenas a mí. En eso encontré lo que parecía ser un periódico, estaba casi destruido y lleno de humedad, pero aún se notaban letras, pero no las entendía estaban escritas en letras que nunca antes había visto.
Lo único que pude entender fue la foto que estaba prácticamente borrada y era la de una persona llena de heridas y sangre por toda la cara atacando parece ser a la persona que tomo la foto. Con la poca energía que me quedaba decidí acercarme a la parte de la habitación que está destruida y ver lo que había a mi alrededor... y fue cuando entendí una cosa.
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