Mute ¹ :: TaeJoon ﹆•:◦✩

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—Namjoonie, ¿Tienes todo?

Ese día se irían rumbo al campamento que tanto había insistido Taehyung, hasta que convenció a ambos Kim, con algo de ayuda de sus dos amigos y el mismo director de su escuela, quién con toda su carisma había logrado que la mujer aceptará dejar a su hijo —lo que resultó en la parte más difícil—.

Namjoon sólo asintió, ya cansado de responder esa pregunta por al menos quinta vez.

—¡Namjoon no! — habló Taehyung, haciendo que los dos lo miraran—. Te olvidas algo.

—¡Te lo dije, niño! ¿Qué harías si Taehyung no se acordará de-?

— No me diste mi besito de Buenos días — Taehyung hizo un mohín.

La señora Kim comenzó a reír a carcajadas, y Namjoon se puso muy rojo, frunció el ceño con ganas, su madre no tenía que saber o ver los besitos matutinos de ambos.

Viendo que Namjoon no tenía intención de responder a sus demandas, Taehyung lo atacó con cosquillas, y por más que el mundo lo golpeó para que se alejara, el rubio no le hizo caso.

Luego de un rato, se detuvo.

—¿Ahora me darás mi besito?

Namjoon lo miró completamente enojado, levantándose del sillón, comenzó a caminar hacia su cuarto.

Taehyung se apresuró en ir hacia él, atrapando su cintura en un abrazo cuando apenas había llegado al primer escalón, rumbo hacia el primer piso.

—Bien, Namjooooooon, lo siento —el castaño no dio señales de tener intenciones de siquiera verlo —. No te gustan las cosquillas.

Namjoon negó, reafirmando lo que había dicho su novio.

—No te haré cosquillas de nuevo, ¿Me perdonas? — por más que no lo pudo ver, Taehyung hizo un puchero.

Namjoon se volteó para mirarlo con algo de diversión en los ojos, Taehyung no separó el abrazo.

El escalón hacia que tuviera que ver hacia abajo, por primera vez, Namjoon se sintió más alto.

Con una sonrisa, el mudo se inclinó hacia él para besarlo, con lentitud, movimientos suaves y lleno de amor.

Las manos de Namjoon fueron hacia las mejillas de Taehyung, acariciandolas, provocando una sonrisa en el rubio.

Una repentina luz los hizo separarse, cortando todo su beso.

—¡Mierda! — la señora Kim insultó sin querer —. Tenía activado el flash.