• Nada se compara •

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Jughead entró a su casa por la madrugada sin importarle el ruido que hacía. De hecho, lo que más quería en ese momento era despertar a su esposa.

Dejó las maletas a un lado y se apresuró a cerrar la puerta, quería estar lo más rápido posible en su habitación, con ella.

Pero incluso antes de voltearse ella apareció en el pasillo. Su cara se relajó al instante al verlo. - Jug. -soltó sorprendida. - Me asusté, no sabía que estarías aquí ahora y-

El se acercó y rápidamente la tomó del cuello. - No me importa hablar ahora, solo bésame. -exigió.

La rubia no dijo nada, simplemente siguió el apasionado beso de su esposo mientras el la tomaba fuertemente de la cintura. La cargó en sus brazos y la dejó en la mesa del comedor, donde se metió entre sus piernas abiertas y comenzó a pasar sus manos por su espalda, sus brazos, sus piernas, notándose desesperado por tocarla toda.

- Jug. -ella jadeó tirando su cabeza hacia atrás ante los besos de él en su cuello.

- Mierda, Betty. -soltó con la respiración ya acelerada. - Quiero sentirte, quiero tocarte toda ahora que por fin te tengo conmigo...

- Tócame todo lo que quieras... -ella permitió jadeante. - No te irás nunca más.

- No, no lo haré. -el negó y volvió a besar sus labios. Al separarse la miró a los ojos. - Ha sido una tortura estar sin ti. -admitió.

No la dejó responder porque volvió a besar sus labios, segundos después se separó solo para deshacerse de la camiseta de él que ella estaba usando como pijama, descubriendo que debajo de esta solo tenía unas bragas.

Relamió sus labios al ver sus pechos erectos desnudos y se inclinó para meter uno en su boca mientras con una de sus manos tomaba su cuello y la otra la escurrió entre sus piernas.

- Fueron muchas videollamadas, videos, fotos... -su voz estaba ronca mientras pasaba sus besos al otro seno. - Pero nada se compara con poder tocarte directamente, mi amor. -aseguró. Se levantó y la miró a los ojos. - Con poder besar cada rincón de tu cuerpo y sentir tu aliento al gemir. -al terminar de hablar la penetró con un dedo luego de hacer a un lado las bragas y ella gimió abriendo sus labios. - Nada se compara con ser yo el único que te de placer y no solamente tú con tus... Dedos. -sonrió algo divertido por lo último.

Pero ella, sintiéndose incapaz de reír en ese momento, tiró su cabeza hacia atrás y se sostuvo con fuerza del cuello de su esposo cuando el metió otro dedo dentro de ella y comenzó a moverlos, desconectandola del mundo real y de cualquier clase de raciocinio que poseyera.

- ¿Tu qué dices? -preguntó mirándola jadear con sus ojos cerrados.

Al no obtener respuestas, sacó ambos dedos de ella sin dejarla correrse, entonces ella abrió los ojos y lo miró. - ¿P-por qué paras? -preguntó entrecortada.

El sonrió de lado. - Dime que es mejor, preciosa... -acercó más sus labios, pero cuando ella intentó besarlo, se separó un poco más con una sonrisa. - Darte placer tu misma o que lo haga yo.

Ella jadeó mirando sus labios, incapaz de responder, solo quería besarlo y sentirlo contra ella.

- Elizabeth. -la tomó del mentón con fuerza. - Responde.

Ella tragó en seco. - T-tu...

- ¿Yo que? -preguntó algo divertido.

- T-tu, que t-tu eres... -se interrumpió para pensar mejor sus palabras. - es m-mejor cuando lo haces tú.

El asintió. - Eso era todo lo que quería escuchar. -sonrió y comenzó a quitarse su propia ropa, mientras Betty solamente se quitó las braguitas para que no fueran más un estorbo.

Cuando el término de desnudarse completo, inmediatamente tomó su miembro duro y lo guió a la entrada húmeda de su mujer, donde se hundió de una embestida, por lo que ambos gimieron.

- Jughead, -soltó ella. - más... -pidió metiendo su cara en su cuello.

El la tomó del cuello con fuerza. - Bésame. -exigió mientras la embestía.

Unieron sus labios como unos locos, y ante sus movimientos rápidos y fuertes siquiera lograban unificar el movimiento de sus labios, pero poco les importaba en ese momento.

El dió un par de embestidas más y segundos después ambos se corrieron casi al mismo tiempo con un gemido de placer.

Betty se abrazó a su esposo y el la escondió en sus brazos, siendo ahora consciente de que realmente estaba de vuelta con ella, la tenía entre sus brazos y sus cuerpos estaban unidos como tanto habían deseado durante esos meses separados.

Dejó repetidos besos en su cabeza mientras tomaba su cabello entre sus manos y lo acariciaba, queriendo tocar literalmente cada parte de ella.

- Mi amor... -se separó para mirarla a los ojos. - Te juro, Elizabeth, que más nunca en nuestra jodida vida nos vamos a separar así. -prometió.

Ella sonrió de lado, recordando las palabras que él dijo rato antes, pero que ella siquiera pudo responder al estar perdida entre tanto placer.

- Así que... ¿Todas esas fotos, esos vídeos y las llamadas no fueran suficientes para saciar tus necesidades, señor Jones?

El rió levemente y negó. - Por supuesto que no, señora Jones. -susurró en sus labios y dejó un beso. - Como te dije, nada se compara con tocarte y sentirte contra mi... -se acercó a su oído. - Pero puedes seguir enviándome todas esas cosas, y si son vídeos de ambos... Mucho mejor. -dijo con voz ronca.

Ella se sonrojó y lo besó de nuevo. - Sentí estos cuatro meses como una eternidad. -hizo un puchero.

El acarició su mejilla. - Fue horrible, pero ya estoy de vuelta. -sonrió y besó su frente. - ¿Vamos a la cama?

Ella asintió. - Llévame. -pidió.

El la tomó en sus brazos y sin tomar mucha importancia por su ropa que estaba tirada por toda la sala, subió las escaleras y los llevó hasta su habitación.

Se recostó en la cama dejándola sobre él y los cubrió con una manta. Besó sus labios y luego dejó que ella se acomodara en su pecho.

- Buenas noches, mi amor. -acarició su cabello. - Te amo.

Ella sonrió y cerró sus ojos. - Te amo, Juggie. -respondió. - Descansa.






















Holii

Como siempre estos dos siendo unos hornos andantes 🙄🙄

Bueno también hay que entenderlos, cuatro meses separados es mucho JAKSJA

En fin, espero les guste!

Los amoo, bye... ❤️

This Love | One Shots Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora