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Hongjoong

- ¡Corre más rápido! -gritó Minjae.

Amo a ese niño, en serio lo hago, pero estaba listo para matarlo. Gracias a él, estaba fuera de la cama antes del mediodía para trotar por la mañana alrededor de la cuadra. Wooyoung estaba corriendo a mi lado con una soga amarrada alrededor de su cintura. Agarrado del final de la cuerda estaba mi hijo en sus patines.

-Vamos, Hongjoong-dijo emocionado el oficial, sintiendo el inminente asesinato de mi hijo-Piensa en esto como práctica, en caso de que necesites huir de la policía.

¿No podía dejar eso?

-Los odio.

Él rio.

-Sé que eso no es cierto. He escuchado todo sobre ti y cierto Song-tropecé-Cuidado-agarró mi brazo y continuó corriendo-¿Te has enamorado ya de él?.

-No me estoy enamorando de Song Mingi. Es sólo que disfruto ser malo con él y él se lo toma bien. Es un masoquista.

-Sigue diciéndote eso, cariño-quería estamparlo contra el pavimento, pero probablemente terminaría haciéndome daño a mí mismo.

- ¡Más rápido! -Minjae gritó de nuevo. A Wooyoung parecía no importarle, pero yo estaba a punto de matarlo, creo que mi hijo deberá dormir con un ojo abierto esta noche, nadie me levanta temprano para hacer ejercicio y vive para contarlo. Sin embargo, segundos después me encontré a mí mismo corriendo más rápido a su lado. Las cosas que haces por tus hijos. Ten un hijo decían, será divertido decían. Claro, mi bolsillo, mi economía y mi cuerpo no pensaban lo mismo.

Para cuando llegamos a nuestras casas, yo estaba listo para colapsar. Me incliné y puse mis manos en mis rodillas. Jadeaba y estaba a punto de caer cuando escuché una voz familiar.

-¡Hongjoong!-miré hacia arriba para ver a Yechan correr hacia mí.

-Hey, chico. ¿Qué haces aquí? -pregunté una vez que recuperé el aliento.

Él arrugó su nariz.

-Yuqi y yo estamos en casa de tu vecina. Hoy ella es nuestra niñera.

Oh, maldición, no.

- ¡Hey, Yechan! -Minjae patinó hacia nosotros-Deberías venir a mi casa. Papi me compró un casco nuevo, así que voy a practicar corriendo hacia las cosas con él para asegurarme de que sirva.

Debería de haber puesto un alto a sus planes enseguida, pero estaba demasiado distraído. ¿Qué demonios estaba pensando Mingi al dejar a sus hijos con esa mujer? Le advertí que los secuestraría de nuevo si era necesario. Bueno...ahora mismo parecía necesario.

-Wooyoung, ¿te quedarías con Minjae por un minuto? Ahora vuelvo.

Él terminó de tomar una botella de agua.

-Claro-tiró de la cuerda, jalando a mi risueño hijo hacia él.

-Vamos, Yechan-tomé su mano y me dirigí hacia la casa de mi vecina. Cuando llegamos ahí, ella estaba tratando de pintar las pequeñas uñas de Yuqi, pero ella no estaba cooperando.

-Cariño, tienes que quedarte quieta-decía ella pacientemente.

-No puedo-respondió Yuqi, botando un poco. Toqué en el marco de la puerta para obtener su atención-¡Honggie!-Yuqi corrió hacia mí y envolvió sus brazos alrededor de mis piernas, así que sonreí y froté su espalda.

Yoorim dejó salir un pequeño resoplido y se paró.

-Buenos días, Hongjoong. ¿Qué te trae por aquí?

Kim Hongjoong: SecuestradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora