Flevance era un encanto de lugar. Su gamma de colores era frío como su clima pero a los ojos del pelinegro, guardaba una belleza nunca antes vista. Al mismo tiempo, daba una sensación de nostalgia y calidez.Desde que Ussop gritó que veía tierra no pudo evitar estar pegado al casquete del barco hasta que pudo aterrizar en la helada playa y una vez ahí comenzar a jugar con la nieve. Le gustaba vivir en climas más cálidos pero sería un mentiroso si dijera que no le gustaban los sitios invernales.
Corrió junto a Chopper y su francotirador en una improvisada pero divertidísima guerra de bolas de nieve en lo que los demás barrían la zona y bajaban algo de equipaje. Estarían ahí algunos días, pues según les había dicho una de sus más recientes amigas, Flevance era el lugar perfecto para apreciar uno de los fenómenos naturales más raros del mundo, la mega luna azul.
Un suceso que ocurría cada cien años y daba la casualidad que Luffy y sus amigos estaban en la flor de su juventud para apreciarlo. Además, el sitio le había encantado así que quizá convencería a su tripulación de quedarse más tiempo si el lugar superaba sus expectativas.
Después de algunas horas de juego y ángeles de nieve, se dirigieron al centro de la pequeña ciudad. Rápidamente se dieron cuenta que su actividad comercial principal era la pesca, sin embargo, Chopper y Robin habían leído que también era la cuna de algunos procedimientos y medicamentos revolucionarios para el área de la salud.
Pero para Luffy, eso no era importante, era más interesante escuchar las canciones e historias de la gente que ahí vivía. Siendo su primera parada la taberna más popular, confiado entabló conversación con los habitantes y se llevó a su memoria varios cuentos y supersticiones. Golems de nieve, criaturas guardianas de los bosques y algunas que migraban en busca de aires más frescos, indicando buena fortuna y fertilidad, entre otros.
Pero fue cuando llegó al muelle pesquero cuando escuchó la historia más alucinante y hasta ahora, su favorita de todas las que había escuchado.
Uno de los marineros se dio a charlar con el bajo la pregunta de "¿tiene alguna historia de pescador interesante?" El hombre de inmediato le contó algunas, ciertamente variantes de historia que ya había escuchado en otros lugares pero adaptadas al paisaje y clima del lugar. Eso era interesante ya que podía hacer un contraste en su cabeza de las diferencias entre los lugares pero hasta ahí.
El pequeño aventurero comenzaba a parpadear por somnolencia hasta que el fornido hombre mencionó algo que hizo la energía volver a su cuerpo.
—¿Has escuchado de los selkies alguna vez, chico? —dijo el hombre con particular emoción en su voz. Obvio Luffy negó, era la primera y única vez que había escuchado ese término y ni Robin lo había mencionado en alguno de los relatos que a veces le contaba a la hora de la cena.
El hombre, emocionado con su negativa, le contó sobre los Selkie, criaturas que abundan en los mares del norte pero que son difíciles de ver gracias a su perfecto camuflaje. Según el hombre, estos eran seres de las profundidades que podían tomar tres formas, foca, híbrido y humano.
La foca era sencilla y esta podía ser de distintas especies, la más rara de ver era la foca leopardo ya que se decía que era la más letal y tendían a vivir de forma solitaria. Los selkies podían tomar la forma de una sirena, solo con la diferencia de tener una cola de foca en lugar de una de pez, pero la más interesante era su forma humana.
Los selkies podían ir y volver al mar cuántas veces quisieran y el tiempo que quisieran. Lo único que debían hacer era esconder sus pieles de foca, cosa que se les era otorgada al cumplir los diez años como muestra de que estaban listos para explorar el mundo fuera del agua. Esto incluye convivir con los humanos a sus anchas.
La única condición que debían cumplir religiosamentr era guardarla en un lugar seguro, ya que se dice que dichas pieles tienen propiedades mágicas, tan solo el hecho de tener una haría que la buena suerte fuera tu aliada y esto te llevaría a una vida plena, así que las pieles de Selkie eran objetivo de ladrones y cazadores de tesoros.
Según el hombre, esta naturaleza anfibia hacía que la interacción entre humanos y selkies fuera bastante común, el problema es que los Selkie eran tan buenos manteniendo su doble viva que eran imperceptibles hasta para los ojos más atentos. Tal era su maestría en el disfraz que el marinero y algunos compañeros se unieron a la conversación con bromas acerca de que al menos el 5% de la población del mar del norte eran descendientes de selkies.
Así es, había afortunados que habían tenido la dicha de unirse a un Selkie y formar una familia. Otra de las cosas que hacía realmente especiales a estos seres es que podían hacer a sus parejas concebir, fuesen hombres o mujeres, algo que había hecho que cosas como los donceles y doncellas (como se les denominó a las parejas de los selkies) en el mar del norte fuera algo relativamente común, pero no dejaba de ser maravilloso y objeto de estudio para los médicos y científicos.
He ahí otra de las razones por las que un Selkie a parte de significar buena fortuna, era un milagro de la fertilidad, ya que en lugares tan áridos por el clima tan frío, los infantes eran una alegría en los desolados paisajes y la subsistencia de culturas que habitaban la nieve.
Esa leyenda le había encantado a Luffy, dejándolo con una mirada llena de emoción e ilusión de conocer a alguna de esas criaturas pero si algo había aprendido de sus viajes, es que a veces las historias sólo eran eso, historias.
Agradeció enormemente a los marineros por su historia, aunque estos se inquietaron un poco ya que según ellos, la historia aún no había acabado pero ya se hacía tarde y si no llegaba a reunirse con sus compañeros, seguro Nami lo dejaría sin comer, así que les aseguró que volvería al día siguiente y se fue corriendo.
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🦭Selkie 🦭 (LawLu)
FantasiaTodos concluían sus relatos en un "felices para siempre" así que nada lo prepararía para lo que viviría al enamorarse de un Selkie. Personajes propiedad de Eichiiro Oda, historia 100% mía 🤙