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Primavera, 1992

"Si tuviera otra elección, habría pedido no nacer"

pensó mientras escuchaba su alarma sonar con la misma canción de todos los días.

Seamos sinceros, harry Potter odia su vida, y claro que no es una sorpresa.

Su familia nunca fue la más amable, o amorosa, parecía mas bien lo opuesto, parece que solo lo querian cuando era util

para cocinar, para limpiar, para lavar, para barrer y cualquier cosa que se les ocurra.

— ¡Mocoso! ¡El desayuno! — grita la mujer con una voz aguda. El chico bosteza cansado y voltea a ver el reloj. En unas horas tendrá que ir al colegio, así que como todas las mañanas tiene que hacer el desayuno.

Se acomoda en la cama estirando sus brazos delgados y rascando su largo cabello negro.

Se pone los primeros calcetines que encuentra en esa horrible alacena, haciendo una nota mental de echar ropa a lavar en cuanto tenga tiempo.

Vuelve a escuchar a su tía gritar su nombre, ahora desde la cocina, y esa es la señal para salir de allí antes de que sea su tío quien venga a buscarlo con un cinturón en la mano.

Se pone los viejos pantalones de su primo, que le quedan un poco grandes, para finalmente salir de la alacena deslizándose en una camisa que también fue de Dudley en algún momento

Aquel conjunto de ropa vieja es su uniforme. Definitivamente no es bonito, pero considerando que su tía lo tiñó en casa, no se queja.

— ¡Ya era hora, mocoso! Ve a cuidar los huevos y salchichas — la mujer al ver a Harry sale de la cocina dando zancadas y se dirige escaleras arriba para despertar a Dudley, su muy querido primo. Bosteza y voltea uno de los huevos en el sartén aburrido.

— Escuché que hoy los raritos de tu escuela van a ir a un paseo, ¿no es así? — Harry asiente tratando de no demostrar su emoción. Conociendo a su tío, si no amaneció de buen humor, le va a prohibir ir, y Harry lleva esperando ese paseo desde hace semanas. No va a dejar que su tío lo arruine.

— Ojalá que te quedes perdido allá — Bernon bravo riendo mientras Harry salía del comedor gracias a la muy conveniente entrada de su primo, que con sus quejidos distrajo a Bernon.

Harry volvió a la cocina, metiendo rodajas de pan en la tostadora y rápidamente entregando los huevos revueltos a su tía, que con una sonrisa los tomó de sus manos para llevarlos hacia la mesa. Escucha los gritos de Dursley porque él no quería desayunar huevos. La mujer le pide una exagerada disculpa, volviendo a la cocina y ordenándole a Harry que le prepare a su "tesoro" un sándwich de jamón. Harry se abstiene de hacer comentarios y simplemente prepara lo que la mujer pidió.

Escucha que al parecer Dudley también tendrá un viaje escolar.

Decide ignorar el sentimiento que se posa en su estómago de que definitivamente algo va a salir muy mal.



Harry suspira mientras se tira directo a su asiento en el camión escolar. Ron está a su lado, su mejor amigo. Harry adora la escuela no solo está fuera de su casa pero también tiene a todos sus amigos.

— Estás emocionado? — saluda Ron mientras le hace espacio a Harry en el sillón.

El chico ríe y asiente.

— ¿A dónde crees que nos van a llevar? — pregunta el azabache y el pelirrojo se encoge de hombros terminando su banana de un bocado.

Pronto el camión se va llenando, no pasa mucho tiempo cuando llega su mejor amiga, Hermione. La chica tiene su cabello atado en una extravagante coleta. Toma asiento frente a ellos con una brillante sonrisa, bloqueador solar en la mano y su gorra en la cabeza. Sin dejarlos quejarse, toma a ambos chicos y les exprime la crema blanca en los brazos.

Cool Cat (Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora