Pedido por Danyr520 Tema: mundo de One Piece. Bestia: Lucci como leopardo y Amélie como gato siamés. Tipo de contenido sexual: odalxegania.
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EL LEOPARDO Y LA GATA SIAMESA
La cola de Lucci se enrosca con gracia, como un bailarín en el escenario de la selva, mientras observa a sus presas con la intensidad de un guerrero. No es un leopardo cualquiera; es el Alfa, el líder de una manada diversa, donde algunos son sus iguales, otros Betas y unos pocos Omegas. La diosa de la luna lo ha bendecido con su favor, reconociendo su fuerza y su capacidad para perpetuar la especie.
Sin embargo, Lucci esconde un secreto: es un cazador solitario, un asesino en serie que prefiere la danza mortal con sus presas a la compañía de otros. La soledad es su única compañera, una elección natural para un leopardo, cuyos machos suelen ser solitarios por naturaleza.
Pero el instinto no se puede ignorar, y la época de celo se acerca. Lucci sabe que debe encontrar a su pareja definitiva, a su Omega. Y ya la ha elegido.
Fue hace tres años, en una cacería solitaria, cuando la vio por primera vez. Los leopardos, a diferencia de los leones, no comparten sus trofeos, pero aquel día, Lucci encontró algo más valioso que cualquier presa. Un aroma dulce y femenino, el de una Omega, lo distrajo de su ritual de caza.
Dejando atrás al ciervo, Lucci trepó por los árboles, buscando entre las casas y la vegetación a la dueña de aquel perfume. Y allí estaba ella, una visión en rosa en medio de la oscuridad, una joven de belleza etérea, con cabello oscuro como la noche, ojos profundos y piel pálida. Su mirada inocente parecía ajena a las intrigas de Betas y Alfas.
Era como una gata siamesa, elegante y misteriosa, paseando por las calles y admirando la naturaleza con curiosidad.
Por primera vez, Lucci sintió el deseo de conocer a alguien más. Descendió del árbol y se acercó a la joven, cautivado por su belleza única. Pero no estaba solo en su admiración; otros se acercaban, intentando captar su atención. Los celos y la envidia brotaron en Lucci al verla rodeada.