Al terminar de contar, ambos quedaron en un silencio sepulcral, Kokochi, quien no paro de escuchar lo que le decía el peli azul ni un segundo, tomo la mano del chico, dejando a la vista la palma de su mano la cual, aún tenía algunas cicatrices de quemaduras de cigarrillos en ellasKokochi se limito a analizar cada una de las cicatrices visibles en el cuerpo del contrario, poniéndole nervioso
Pues, mirándolo bien, con la camisa que traía; que era de manga corta, se lograban visualizar una gran cantidad de cicatrices en todos sus brazos
Quemaduras de cigarrillos, golpes y cortes eran algunas de las razones de todas esas cicatrices
Un silencio inundó aquel dormitorio
— h-hum... No tienes que preocuparte por esto, son cosas del pasado y nada más..— Dijo el peli azul, rompiendo aquel silencio
Pero de poco ayudó aquellas palabras, pues se ganó una mala mirada por parte del ojilavanda
—¿Que no me preocupé? ...¡Cualquier persona se preocuparía por lo que acabas de contar! Nunca me imaginé que tuvieras ese tipo de infancia...— Quería decir más pero las palabras no salieron de su boca, quedó reflexionando unos minutos mirando a la nada
El joven ojiambar lo miraba con preocupación, pues no pensaba que esa fuera a ser su reacción. Pronto Kokochi se levantaría de la cama y lo miraría fijamente, sin previo aviso abrazo dulcemente al contrario, quien acepto gustoso
No era bueno con las palabras, lo mejor que podía hacer era hacerlo con acciones y eso fue lo que hizo, duraron un buen rato abrazados hasta que Kokochi se cansó de estar parado y se separó del abrazo
Aún de pie, tocó la frente del contrario revisando su temperatura
—No te preocupes por mi temperatura, la he revisado varias veces y ya debe haber bajado— Dijo el menor rompiendo medianamente el silencio
Kokochi dio un suspiro pesado y tomó su mochila, el peli azul lo miraba con curiosidad hasta que al fin pareció encontrar lo que buscaba
— Tu gorra, la olvidaste el otro día en el parque— Sin previo aviso, el joven le puso la gorra al contario, obviamente poniendosela horriblemente haciendo que Shuichi rápidamente se la acomodara
— ¡¿La tenías tu?! Que suerte... Pensé que la había perdido...— Dio un suspiro de alivio, esa gorra tenía mucho valor sentimental para el
—No podía dejarla tirada en el parque, no iba a hacer divertido ver tu cara de preocupación— Finalmente se sentó a su lado y se recostó sobre la cama ajena
— Tu cama es muy cómoda... Regalamela—
—¿Huh..? Buen-...— Estaba apunto de decirle donde había sido comprado y la marca hasta que fue interrumpido
— Es mentira, obviamente no me voy a robar tu colchón ¿Por quién me tomas saihara?— preguntó curioso y con un tono burlón
Shuichi dio una leve carcajada cuando se levantó de la cama
— ¿Quieres que te haga algo de comer?— Preguntó mientras se acomodaba bien la ropa que traía puesta
— No, se supone que soy yo quien te está cuidando — Rápidamente se levantó de la cama y se posicionó enfrente del peli azul para después empujarlo a la cama dejándolo completamente recostado— ¡Hoy tu paladar será degustado por las grandiosas maestrías culinarias de Kokochi Ouma! Quédate aquí hasta que yo termine de cocinar—
Dicho esto, el joven ouma salió de la habitación
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Un desamor trae al amor [Saiouma]
Humor¿La esperanza es lo último que se pierde no es así? Suichi y kaede habían perdido la esperanza de que sus seres amados los mirarán de otra manera ya que estos estaban en una relación desde hace ya 2 años atras Pero por buena o mala suerte,estos term...