Parte 1

1K 96 7
                                    

Pov. Jennie.

No te vayas— le ruego llorando con el corazón en las manos.— por favor.

— Lo siento, amor— dice también con los ojos empapados de lágrimas — sabes que no tengo otra opción.

— Entonces déjame ir contigo— suplico y ella niega con la cabeza.

— No, Jennie. Yo no puedo ser tan egoísta como para llevarte conmigo, cuando ni siquiera sé a dónde voy a llegar.

— No me importa. Yo me voy contigo así sea el fin del mundo— declaro tomando aire con fuerza mientras siento que me ahogo por el dolor y la desesperación

— No— dice tajante— tú no te mereces eso. No lo voy a permitir.

— ¿ya no me amas?— pregunto con miedo

— Te amo con toda mi alma, mi amor— dice mirándome a los ojos

— ¿entonces?

— Justo por eso, tengo que dejarte. Tú mereces a alguien que esté contigo todo el tiempo y yo… Yo no sé cuando vaya a volver.

— Te voy a esperar todo lo que sea necesario— le prometo.

— No, amor. Tú tienes que seguir con tu vida. Prométemelo.

— No— me niego— tú eres el amor de mi vida, Lalisa y así va a ser siempre. Aún cuando te vayas y pasen mil años. Yo voy a estar aquí, esperándote.

— No lo hagas. Por favor, no me hagas sentir más mal de lo que ya estoy— me pide abrazándome con fuerza— tú tienes que ser feliz.

— Y lo voy a ser— le aseguro— contigo, cuando vuelvas.

Toma aire, niega separándose de mi pecho y sube una mano a mi rostro acunándome con un cariño inmenso mientras se acerca a mi. Me da un beso casto, suave pero tan doloroso que me destruye por dentro. Se está despidiendo y ese posiblemente sea el último que me dé.— tienes que olvidarte de mi y yo te voy a ayudar.

— ¿a que te refieres?

— A que a partir de mañana, va a ser como si yo nunca hubiera existido, amor. Como si nunca me hubieras conocido, te lo prometo.

Abro los ojos de repente, invadida por ese dolor tan grande. Respiro agitada, mi pecho duele y mis ojos arden, mis labios están salados y sé que de nuevo he estado llorando mientras dormía.

Tomo un largo trago de aire sentándome en la cama, mientras intento regularizar mi respiración y cubro mi rostro con las manos. Tanto tiempo y aún me causaba ese efecto devastador.

Me levanto de la cama y voy directo a la cocina a servirme un vaso de agua y cuando lo tengo me tomo la mitad de un solo trago, refrescando mi garganta seca y cierro los ojos.

¿Hasta cuando sería así? ¿Hasta cuando mi mente me jugaría de esta manera?

Más de cinco años han pasado desde ese día y aún no puedo superar lo que sentí y siento cada vez que lo recuerdo. Cada vez que viene a mi mente su nombre y su rostro.

Siento unos brazos rodear mi cintura y pego un pequeño salto de la impresión.

— Tranquila, soy yo— me calma la voz de mi novia a mi espalda— ¿otra vez esa pesadilla?

Asiento para no dar mayores explicaciones y ella suspira angustiada. ¿Cómo le iba a decir que en realidad no era una pesadilla? ¿Cómo le explico que es más bien un recuerdo que me hace daño, pero igual no lo quiero olvidar?

MI BUEN AMOR | ONE SHOT JENLISA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora