TRENT
Conocía a mi amigo de sobra, sabía que Lauren era su polo a tierra, así como Tam significaba todo para mí. Por eso supe lo difícil que era para él escuchar decir de la boca de Lauren que eran simplemente amigos.
—No puedes negarme que aquí no estaba pasando nada—Le dijo Tam a Lau.
—No estaba pasando nada, solo fue un abrazo— se defendió Lau y luego se acercó a la ventana.
Cuando Tam y yo abrimos la puerta, esperábamos sorprender a Lauren, pero ninguno se imaginó que veríamos aquella imagen. La mano de Jack sobre la nuca de Lau y sus bocas más cerca de lo que ellos mismos se imaginaban.
Quizás fue aquella sorpresa la que hizo que Lau se reprochara así misma, porque a su parecer Jack amaba a Macarena, pero lo cierto es que mi amigo solo estaba con ella para protegerla. Pero claro, él prefería mantenerlo en secreto, como si todo aquello que había pasado entre ellos no le hubiera enseñado que los secretos no son buenos.
JACK
Me alejé rápidamente de la residencia, porque de repente el espacio se me hizo pequeño, no me ubicaba y ver la mirada de sorpresa y vergüenza de Lauren hizo que todo mi ser reflexionara
Sabía que volvería a verla, sabía que no sería fácil.
Me senté en el patio de mi casa, sentir la hierba húmeda me gustaba y me ayudaba aclarar ideas. Encendí un cigarro y sentí su presencia incluso antes de saber quién era.
Trent se acomodó a mi lado, destapando una cerveza.
—Te dolió la palabra, amigo ¿Verdad?
Trent me conocía tan bien, que nunca tenía tapujos para decirme las cosas. Siempre las decía directo y al grano
—Sabes que si — me frote el cuello — Sabía que era posible verla y tenía claro que mis sentimientos no habían cambiado. Sin embargo, no esperaba nada de lo que paso. Lauren se acercó en tono amistoso y nos saludó y una vez la tuve enfrente, perdí todo sentido común. Deje a Macarena tirada y fui a su encuentro, la encerré en la habitación, la aprisione en la pared — mis ojos se empezaron a nublar — intente que las cosas fueran normales, no perder ese acercamiento que habíamos logrado— giré mi rostro para ver a Trent—la amo, es lo único certero que tengo — Un suspiro salió de mi boca— y luego no pude evitar acercarme para besarla, deseaba tanto su cercanía, volver a sentirla mía.
—Deberías contarle todo a Lauren. La última vez que intentaste solucionar todo por tu cuenta fue un desastre total y la perdiste. ¿Quieres perderla nuevamente?
No dude en responder
—Quiero recuperarla primero y asegurar que estará bien.
TAMARA
—No tienes que sentirte mal. Jack no la quiere
—¿Por qué está con ella entonces?
No podía responderle a Lau, porque le había jurado a Trent no decir nada. Ni siquiera me había enterado por su boca, solo los había escuchado hablar de un tal Thomas y las implicaciones que tenía Macarena con Ben. Y ahora veía a mi mejor amiga triste, mirando por la ventana, esperando que el universo le diera la respuesta que necesitaba.
—Quiere llenar el vacío de tu partida. Pero Lau, tú siempre serás el amor de su vida. No dudes de ello por favor.
Lauren resopló e ignoro categóricamente mi comentario y empezó a sacar todo su equipaje.
LAUREN
Aquella mañana mientras me miraba en el espejo de aquel lavabo, tuve un mal presentimiento, la imagen de Johen había aparecido en mis sueños, y desde entonces no había dejado de tener esa sensación de opresión en el pecho.
Tam había pasado la noche en casa de los chicos y en cierto modo agradecí que se hubiera ido, porque entonces las preguntas sobre Jack pararían.
Jack. Mi JackComo me dolía pensar que ahora pertenecía a Macarena, que su corazón estaba con ella. Mientras yo me despedazaba.
Una vez estuve lista me dirigí a la facultad de literatura, en aquella clase de lengua estaba junto a Tam y claramente Trent y Jack. De camino me detuve y compré un yogur y beagle, extrañaba los desayunos normales qué tomaba con Jack.
Conforme me fui acercando, la opresión en mi pecho se hacía más y más insoportable y la imagen de Johen se hacía más nítida en mi mente. Estaba con su jersey rojo, sentado en mi cama y me observaba con aquella mirada triste, la misma mirada que fugazmente me dedico el día de su muerte.
Y lo vi, supe que ese presentimiento no era pasajero, era una premonición. Johen me había advertido que Ben estaba de regreso.
Llevaba el cabello del mismo color de Johen, estaba apoyado en una columna del ingreso a la facultad y me observaba, vigilaba cada movimiento que mi cuerpo hacía. Pensé en echarme a correr, huir, huir como mejor sabia hacerlo. Pero una descarga eléctrica me recorrió y recordé el día en que lo enfrente, mi subconsciente me decía que era fuerte y no debía temer. Pero aquella parte temerosa de mi, amenazaba con apoderarse.
Fue la persona más inesperada quien me saco del trance. Macarena me dio una palmada en el hombro y me ofreció su mejor sonrisa, y aquello no hizo más que carcomerme, pues recordé que casi termine enrollada con Jack
—Buen día Lau ¿Qué tal tu primera noche?
—Bien Maca — le dediqué una breve y fugaz sonrisa
—Ven, vamos a clase, estamos en la misma — me instóAsí pues, presa del pánico me encaminé hacia las escaleras. Al pasar al lado de Ben, pensé que me iba a detener, que me iba a golpear. Pero no, no paso nada. Pude sentir su mirada hasta que desaparecí en las escaleras
—¿Estás bien? — me preguntó Macarena — Te ves terrible. ¿Necesitas ayuda?
—Estoy bien, solo tuve una mala noche.Entre al salón y Tam me saludó con su mano, indicándome que me sentará a su lado. A su lado estaba Trent y frente a mi puesto estaba Jack.
Como si todo lo de Ben no fuera suficiente, pude ver que Jack saludaba a su novia y le indicaba que se sentará en el asiento disponible a su lado. Aquello fue como una puñalada en mi corazón.
Al pasar por su lado le dediqué una breve sonrisa y él me observó desconcertado, como si esperara que le saludara de beso.
Y como una falsa broma del destino al sentarme en mi puesto y observar la puerta, Ben entró. La vida se me congeló, me sentí morir en mi asiento. La cara de Tam, Trent y Jack eran un poema, tan indescifrable como la mía.
JACK
Como era posible que este hijo de puta entrará triunfal por aquella puerta y para colmo se sentará adelante de Lau. ¿Qué estaba pasando? ¿Era una broma de la vida? ¿Acaso el universo estaba jugándonos una mala pasada?
Pero todas mis preguntas se dieron por terminadas en cuanto Lauren tomo su mochila y se marchó aprisa del salón.
Mire a Trent desconcertado. Quería ir tras ella, decirle que todo estaba bien, que yo la iba a proteger. Pero Macarena me lo impedía, era la única tranquila y aquella fugaz sonrisa me confirmó lo feliz que estaba con la escena.
Al mirar a mi amigo con ojos de súplica, él me indicó de manera imperceptible que no me moviera, pues levantaría sospechas. Y aunque intente mantener la calma, todo se fue a la mierda en cuanto vi que ese cabrón de Ben decidió seguir a Lauren.
Tres segundo me costó salí en busca de la mujer que amaba.
Al salir al pasillo no vi nada, a nadie. Empecé a pensar donde podría estar Lau y recordé que siempre que estaba asustada huía al baño. Así que empecé a buscarla en todos los baños de la facultad y en cuanto pasaba al siguiente más me frustraba no saber de ella.
Al llegar al tercer piso y con intentos fallidos me tiré de rodillas al suelo. Trent apareció a mi lado y me extendió la mano
—Están por aquí
Me indico con calma, y por su tono de voz supe que Lau estaba bien. Pero me sentía desconcertado, de no entender por qué todo estaba bien.