cap 6 -"beso"-

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Era un nuevo día en la ciudad de Nueva York, en dónde se encontraba nuestro querido cafetero durmiendo plácidamente en su cama, no quería levantarse, o bueno, no hasta que escucho la voz de Brasil detras de la puerta.

-coco, é hora de levantar (coco, ya es hora de levantarse)- dice suavemente el brasileño tocando la puerta y el cafetero responde con un quejido, dando a entender que lo escuchaba -As meninas e eu vamos com os outros latinos dar uma festa e ele me disse que avisará vocês (Las chicas y yo vamos con los otros latinos a hacer una fiesta y me dijo que te avisará)-

El colombiano se levantó con algo de pereza y se dirigió a la puerta para encontrarse cara a cara con el brasileño.

-puedes decirles que voy en un momento- sonrió levemente para luego abrazar al brasileño- por cierto, buenos días-

-bom Dia (buenos días)- sonrió correspondiendo el abrazo al más bajo.

Colombia se separó para luego cerrar la puerta. Iba a cambiarse de ropa, pues solo traía una camisa de mangas cortas y un short/pantaloneta.

Al terminar de vestirse salió de su habitación sin antes tender la cama, avía dejado aquel peluche en medio de las almohadas como una pequeña decoración.

Al visualizar que solo está Brasil se acercó para preguntar por sus hermanos.

-Brasil... ¿Dónde están Venezuela y Ecuador?- pregunto sentándose en la mesa.

-Eles ainda estão dormindo, então você os acorda mais tarde.(Todavía están durmiendo, así que las despiertas más tarde.)- dijo en un tono cansado mientras preparaba el desayuno.

-esta bien, oye, te has dado cuenta de que México ah estado entendiendo lo que dices últimamente?- pregunta, sentándose en una de las sillas de la mesa.

-ah, sim, tenho ensinado um pouco a ele, pelo menos ele sabe o básico por enquanto.(Oh, sí, le he estado enseñando un poco, al menos por ahora sabe lo básico.)- responde ante la pregunta.

-... ustedes dos han estado muy juntos últimamente ¿Por qué?- vuelve a preguntar intrigado.

-...me pedindo ajuda com alguma coisa, só isso.(...Me pidió ayuda con una cosa, eso es todo)- dio una pausa, estaba algo nervioso pero supo cómo responder.

Después de eso, ninguno de los dos hablo, el silencio no era incómodo, por lo que eso no le molestaba a ninguno de los dos. Colombia se arecosto en la mesa apoyando su cabeza con sus manos.

-bien... Si me disculpas me iré a dar una ducha rápida...- menciona agotado, levantándose de su asiento.

Brasil no responde y solo asiente con la cabeza. El menor en estatura se retirá de la mesa, sale de la cocina y se dirige a su respectiva habitación que compartía con el pequeño Panamá.

Se dispone a quitarse prenda por prenda, para luego tomar una Toalla que lo cubriera a cuerpo completo, recoge lo mismo que traía puesto y lo cambia por unas prendas sencillas para luego tomarlas y entrar al baño, que por fortuna estaba dentro de la misma habitación. Antes de entrar miro aquél osito de peluche que se encontraba entre dos almohadas de la cama bien tendida, lo miro fijamente, para luego dar una pequeña sonrisa casi inexistente para por fin entrar al bañó y cerrar la puerta detrás suyo, sin pasador, pues su hermana le había prohibido rotundamente ponerle seguro a la puerta. Llegando al extremo de pedirle a la ONU que quitará la chapa, para que fuera casi imposible cerrar la puerta con seguro.

A el le parecía muy exagerado eso, y lo mismo pensaba Brasil y Panamá. Pero a los ojos de sus mellizas era necesario. Suspiró agobiado por la reuniones constantes de la ONU. Se quito la toalla y la colgó a un lado de la ducha. No tenía ganas de usar la bañera, porque si lo hacía terminaría quedándose dormido como la última vez. Se miro al espejo por unos minutos, lo que para él fueron horas. Observaba su cuerpo a detalle, mirando cada una de sus "imperfecciones". Su cabello, su rostro, su cuerpo. Todo para él era una horrorosa imperfección, odiaba sus ojos bicolor, sus manos, que a pesar de trabajar con la tierra y con la maquinaria del campo no las tenía callosas, es más, podía apostar que ninguna de sus hermanas tenia las manos callosas, hasta su madre, que a pesar de haber trabajado como agricultora y gerrera durante casi dos siglos, tenia las manos tan suaves como las de un bebé.

¿¡Colombia enamorado!? "Mexcol" countryhumans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora