CAPITULO UNO: MIHAWK

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── Entre todas las cosas que Sengoku me tenía que pedir, no era esto lo que me imaginé ── el mejor espadachín gruñe una vez que esta frente a Doflamingo, siendo un escudo para Rosinante y teniendo a Yoru en su mano para otro ataque del usuario del Ito Ito ── Estoy pensando que la marina me esta tomando el pelo.

Doflamingo ni siquiera es capaz de formular alguna respuesta porque es sorprendente lo que sus ojos están viendo, cualquiera pensaría que es un sueño o su imaginación. Pero la realidad es que no era asi, el rubio tenia delante de él al mejor espadachín de todos los tiempos, el hombre que nunca opinaba nada en las reuniones de los señores de la guerra y que raramente asistía.

── ¿Qué hace uno de los señores de la guerra en este lugar? ── apenas Rosinante puede pronunciar la pregunta y admirar como Mihawk lo ignora y guarda Yoru, ni siquiera se digna en mirarlo y de cierta manera la indiferencia del mayor duele.

── Tienes mucho que explicar a la marina, Doflamingo ── Mihawk dice y se acerca a Rosinante, solo almira el dañó que tiene y deja que pasar el brazo del menor por sus hombros para ver al otro rubio con frialdad ── Y no soy quien para decirte que hacer pero mantente fuera de mi vista en estos momentos.

El espadachín advierte y se lleva con el a Rosinante, de alguna manera se siente humillado, sin embargo ignora el sentimiento y lleva al menor al barco de la Marina que los espera al otro lado. Sengoku tiene muchas cosas por decir aún asi Mihawk lo ignora y deja al rubio en los brazos de los marines.

Sus ojos escanean el lugar y finalmente puede dejar el barco, su trabajo estaba hecho. No tenía nada más que hacer con la marina y por fin regresar a Kuraigana. El unico problema era que Sengoku no lo dejaba dar un paso más.

── Creo que mi trabajo ya fué hecho ── Mihawk comienza a hablar y dar otro paso más, el mayor se lo niegue y por un momento todos pueden ver un poco de gratitud en los ojos de Sengoku.

── No del todo, Hawkeyes ── el hombre logra decir y con los ojos pide que lo acompañe a un lugar alejado, Mihawk entiende el pedido y termina por seguir al hombre que suele gritar y maldecir en las reuniones.

















Bien, Mihawk realmente puede tener su tranquilidad de nuevo. Después de conversar con Sengoku y negarse a la loca idea de cuidar a cuatro niños puede decir que sus días van a estar en paz, no tiene por qué responder a los llamados de la marina por un buen tiempo y evitar las reuniones estúpidas que no asiste y ni asistirá.

Y eso hubiera estado bien si las puertas del castillo no hubieran sido tocadas con violencia y gritos de fondo de unos niños. Tal vez era su imaginación y los humandrill's estaban jugando hasta el punto de actuar, claramente si el ruido no hubiera sido peor.

La copa de vino tinto terminó por caer en el fino tapiz y Hawkeyes tuvo que literalmente correr a donde los gritos se escuchaban y ruidos de espadas chocando en el piso de piedra. Tuvo que ser rápido y ver lo que estaba pasando.

Su rostro de indiferencia paso a una de indignación una vez que logro ver lo que tanto habia negado, no era posible que el estúpido de Sengoku se haya salido con la suya. Que tanto había bajado su defensa para que tres niños junto a un oso polar esten en la entrada del castillo.

Ni siquiera fue capaz de contener su grito que estaba seguro que se escucho por todos los mares.


















── ¿Quién dices que te trajo? ── pregunto Mihawk después de controlar sus emociones y ver al mayor de los tres, al parecer los cuatro niños estaban cansados de caminar y sumergirse a una isla que era más escalofriante que las historias que los padres contaban a sus hijos.

── Un anciano, que tenia una barba como trenza ── el niño dijo y Hawkeyes logro contener su enojo y suspirar para que el menor continuará ── Y me pidió que te diera esto.

El pequeño saca una carta que Dracule recibe y lee al instante, por un momento la compasión cruza por sus ojos pero se niega a ser un idiota y termina por ante ante sus pensamientos de dejar a los niños fuera de su castillo.

── Esta bien ── el dice y mira a cada uno con mayor detalle, a simple vista Sengoku los trajo tal y como los había encontrado ── Supongo que tu eres Law, los de de atrás Shachi, Pingui y el oso polar Bepo.

Los cuatro niños asienten cansados, cada uno a punto de caer dormido. Mihawk suspira y termina por carga a Bepo y Law mientras los otros dos aún estan semi conscientes.

Sabe que sus días no seran lo mismo, no al menos desde ahora.






























Extra:

Garp: ¿Donde estan los mocosos?

Sengoku: los mande con Dracule

Garp: ......

Sengoku: .......

Garp: Si le mando otros tres niños más, ¿Crees que acepte?

𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀 '𝐓𝐑𝐄𝐒' 𝐌𝐎𝐂𝐎𝐒𝐎𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora