── Son bonitas ── había dicho Law después de despertar y ver los pequeños rayos de sol que se filtraban por la ventana, mayormente Mihawk solía recibir otro tipo de comentarios que prefería ignorar pero esta vez fue diferente.
── ¿Por qué son bonitas? ── pregunto sin rodeos y los ojos del niño solo lo miraron por escasos segundos antes de ver los pequeños rayos.
── Porque se siente como si estuviera en casa ── es apenas un susurro que el espadachín logra escuchar y cargar en sus brazos al niño que comenzó a sollozar ── No nos dejes, por favor....
El gimoteo fue suficiente para tener a Mihawk meciendo al niño en sus brazos como si fuera un bebé, sabía que no estaba bien, pero este niño como los otros tres rompieron su barrera en cuestión de segundos.
── ¿Recuerdas la canción de anoche? ── pregunta con paciencia en lo que sigue meciendo al niño que asiente levemente ── Bien, todo lo que dije era verdad, ustedes son mi hijos, hijos que no tienen mi sangre pero que se ganaron mi corazón con su mirada de cachorros abandonos en plena noche, si, es cierto, tengo una historia que no justifica de todo mis acciones pero... Si mañana les pasa algo juro que el karma solo será un simple gatito con lo que yo pienso hacer con aquellos que se atrevieron a tocarlos sin su consentimiento.
Law llora y se aferra, como si fuera su salvavidas y Mihawk siente como su corazón se encoge y solo puede abrazar más fuerte el pequeño cuerpo del niño, niño que ahora es un hijo para él.
Un pequeño recuerdo llega a su cabeza, una mujer de cabello negro y una sonrisa tensa lo observa, si bien no puede ver el color de sus ojos tiene un poco de miedo que solo sacude su cabeza y aleja el recuerdo, su infancia fue entera una vez que logro llegar a la pequeña isla que se hizo su hogar, no debía de regresar al pasado.
Mihawk se prometió ser mejor, ser mejor que cualquier ser humano que conocio en el pasado, no repetir los mismos errores y estos niños tal vez era la respuesta que necesitaba.
Una vez que Rosinante logro recuperar el conocimiento lo primero que hace es buscar a Law a pesar que el doctor de la nave le pide que guarde reposó y espere la llegada de Sengoku pero su miedo es más fuerte y la sola idea de pensar que el niño esta con Doflamingo le remueve las entrañas.
Tiene que encontrar a su hijo antes de que todo sea peor y no lo pueda volver a ver pero su búsqueda se detiene una vez que mira al abuelo de su hijo, un suspiro se escapa de sus labios y comienza a hacer todo tipo de preguntas, hasta las más estúpidas para saber si Law esta bien.
Sengoku tiene que escuchar atentamente todo y sentarse en la única silla del lugar que Rosinante había invadido ── ¿Ya terminaste de preguntar? ── su pregunta es fría y Corazón teme por unos segundos.
── ¿Dónde está Law?, ¿Está bien? ── es lo primero que quiere saber y cuando mira los ojos negros del mayor siente que nada de lo que diga le va a gustar.
── Law esta.... Está con alguien calificado que promete mantenerlo con vida hasta que sea lo suficientemente fuerte y pueda regresar a casa ── es la respuesta que da ── Y tú segunda pregunta es si, si está bien, lo mandé sano y salvo con aquella persona.
Corazon siente que su mundo se destruye con aquellas palabras, no entiende y no quiere entender, solo puede crear distintos tipos de escenarios donde Law esta en un centro para niños sin hogar o en el peor de los casos con la niñera que Garp tiene para sus nietos.
── No, no, ¡No! ── su desesperación le gana y comienza a caminar como león enjaulado por unos cuantos segundos para posteriormente ir a la puerta y buscar a su hijo.
Sengoku suspira y mira al menos y antes de que pueda salir se levanta de dónde se encuentra ── Su tutor es Hawkeyes, no creo que te quiera ver después del dolor de cabeza que le causaste indirectamente ── termina por decir y ver cómo Rosinante pierde por unos segundos en equilibrio.
El rubio no puede creer lo que escucha, solo puras y malas noticias salir de la boca del almirante de la flota, por quién sentía un respeto y un cariño de hijo hacia un padre.
── Tú.... ¿Hiciste qué?
Mihawk se sentía encantado una vez que logro tener a los cuatro niños en el comedor, comiendo comida saludable y semi dulce al mismo tiempo, era una nueva experiencia para él y podía decir que le encantaba, no lograba recordar si alguna vez disfruto la presencia de otra persona que no sea de él mismo en el pasado.
Ahora solo puede sonreír suavemente y pasar cada cosa que cada uno de los niños quería a pesar de que guardaban silencio y solo miraban las cosas que querían comer, de cierta manera le recordaban a él, por esa extraña razón los podía comprender muy bien.
── No tengan miedo en pedir, todo lo que esta servido es suyo ── dijo y termino por pasar la mermelada que Beppo quería para su pan tostado y lo mismo con Shachi.
Pingui sacudió su vaso de leche vacío para ser servido de nuevo, por un momento Mihawk se pregunto que tipo de lugar Sengoku saco a estos niños para que sean tan cohibidos, no era normal que sean tan silenciosos, desde un inició esperaba una pelea por quién quería esto y del otro.
── ¿No quieren más? ── pregunto una vez que los cuatro niños estaban levantándose de la mesa y tratando de llevar los platos sucios a la cocina o donde pensaban que estaban.
Law miro el plato que tenía en la mano y sacudió la cabeza, no quería causar más molestia, los otros tres niños siguieron su ejemplo y Mihawk solo se resigno y corto un trozo de pay de piña.
Los pequeños lograron escuchar el ruido del cuchillo que miraron a la dirección de su tutor, este saboreaba una cucharada del postre.
── ¿P-podemos.... O bueno esta delicioso? ── Mihawk sonrió por la pregunta de Law y termino por cortar otros trapos más y servirlos en platos más pequeños.
── Claro, es el aperitivo ── respondió y dejo que los niños dejarán los platos al borde de la mesa y tomaron los platos con el postre ── Es suyo, como todo lo que habita aquí, es su hogar.
Los cuatro niños terminaron por dar la primera mordida y dejar que unas cuantas lágrimas cayeran por sus mejillas ante la palabra hogar.
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𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀 '𝐓𝐑𝐄𝐒' 𝐌𝐎𝐂𝐎𝐒𝐎𝐒
Fanfiction"No siempre vas a poder salvar a todos los que estén a tu alrededor, Mihawk" habia gruñido la madre del pequeño niño. Aún asi Mihawk se sintió feliz cuando la pequeña ave comenzó a sacudir sus plumas y a mirarlo con sus grandes ojos. Tal vez Shakky...