Ambos chicos caminaron juntos recorriendo toda la escuela hasta llegar al lugar acordado el cual era el almacén, que estaba en la que probablemente era la parte más alejada de la escuela, pues por delante de este tan solo estaba la cancha de entrenamiento la cual a esta hora estaba completamente vacía, y al no haber nadie a la redonda convertía a estos 2 en las únicas personas en toda esa zona
- Futaro: *abriendo la puerta del almacén y mirando alrededor* Creo que es la primera vez que vengo a este lugar
- Yotsuba: No hay demasiado que hacer aquí, ni siquiera yo que soy capitana entro en este lugar tan seguido, bueno pues adelante
Ambos chicos entraron y Yotsuba dio un último vistazo alrededor antes de cerrar lentamente la puerta y darle alcance al pelinegro
- Futaro: Cómo se prende la luz? Apenas y se ve algo
- Yotsuba: Esa es la mejor parte, no hay luz en este lugar *sonriendo*
- Futaro: Sigo sin encontrar lo divertido
- Yotsuba: Bueno por eso te traje, yo sola tardaría mil años en encontrar lo que necesito de aquí, bueno entonces adelante
- Futaro: Adelante qué?
- Yotsuba: Saca tu celular, necesitamos alumbrar
- Futaro: Y por qué no sacas tú el tuyo? creía que el pobre era yo
- Yotsuba: Jaja... que gracioso eres, pero no, no soy pobre simplemente me olvidé el mío, ¡Vamos, tan solo sácalo y ya! *dando algunos pasos hacia él*
El chico retrocedió la misma cantidad de pasos que dio ella mientras sacaba su teléfono y encendía la lintera, cosa la cual de un momento a otro hizo que la cara de diversión que tenía la pelinaranja fuera reemplazada por una de asombro
- Yotsuba: E-Ese celular.. Uesugi-san no me digas que se lo robaste a alguien.. *siendo ahora ella quien retrocede*
- Futaro: A diferencia de ustedes yo sí conozco la decencia y la dignidad, así que no, yo no robé nada
- Yotsuba: Ejem, voy a ignorar ese insulto gratuíto, pero lo digo porque... omg, aunque tienes toda la pinta parece que de pobre no tenías nada *asombrada*
Futaro pareció no entender el comentario hasta que miró su celular y una gota de sudor apareció en su frente, sin embargo recuperó su misma expresión de antes apenas un segundo después
- Futaro: Te equivocas, de hecho si lo soy, viste lo que estaba comiendo no? Este teléfono solo... son varios meses de trabajo duro y esfuerzo
- Yotsuba: Oh ya veo, entonces eres alguien que se esfuerza mucho Uesugi-san? me imagino que debes ser muy maduro y responsable también
- Futaro: Claro claro...
- Yotsuba: Bueno yo suelo ser bastante torpe y descuidada, mis hermanas deben cuidar de mí jeje *rascándose la nuca* Probablemente deba conseguirme un esposo que se esfuerce mucho... y que sea maduro y responsable..
La chica miró a Futaro de forma inocente aunque este simplemente se dio la vuelta y comenzó a alumbrar el almacén de un lado a otro
- Futaro: Pues suerte con eso, porque con la clase de hombres que se les acercan seguramente lo de maduro te lo queden a deber, normalmente esos tipos no piensan precisamente con la cabeza de arriba y ustedes no hacen más que... alentarlos a pensar así
- Yotsuba: *con una pequeña vena pero con una sonrisa* Jeje.. tienes razón supongo *volviendo a su actitud energética* Pero bueno aún soy joven, estoy segura de que el hombre que necesito debe estar muy cerca de mí en este momento... *viendo como Futaro no le presta atención y comienza a caminar por el almacén* Oye qué haces? estoy hablando contigo y solo te vas, además ni siquiera te he dicho que buscamos *haciendo un puchero*
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𝚄𝚗𝚊 𝚜𝚒𝚖𝚙𝚕𝚎 𝚊𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊
Fanfiction¿Quién puede enamorar a Uesugi Fuutarou? El único chico en toda la escuela que jamás les ha prestado atención a las 5 hermanas más lindas... ¿Podrán hacer que caiga en las garras de alguna de ellas?