Otros 2 días pasaron desde que una de las hermanas se acercó a Futaro, y aunque para este el último encuentro no había sido tan horrible como los anteriores, definitivamente se sentía más tranquilo si no las tenía cerca
Por su parte las hermanas estaban.. conmocionadas, pues aunque la segunda menor dijo que este no la había humillado, ella se veía tan pensativa luego de ese día, y esto terminó por llamar la atención de las hermanas, despertando la curiosidad sobre todo en una de ellas...
Durante ese día todo fue normal para el pelinegro, no hubo encuentros con las hermanas y no tuvo mayor problema, por lo que sin más que hacer además de continuar su rutina, se fue a la biblioteca al finalizar para estudiar un rato más antes de volver a casa
Aquí tampoco hubo ningún contratiempo, lo único que el chico pudo destacar como poco común fue que había una chica en otra mesa la cual lo estuvo mirando disimuladamente todo el rato, misma con la cual más tarde compartió una corta interacción justo cuando ya se iba
La chica se encontraba intentando bajar un libro de una estantería alta, dando ocasionales saltos y estirándose tanto como podía pero sin éxito
En ese momento un par de libros se tambalearon y cayeron desde lo alto directo hacia la chica pero alguien cruzó su brazo haciéndolos caer a un lado y salvandola en el proceso, esta se descubrió la cabeza y volteó hacia arriba encontrándose con el pelinegro quien la miraba con expresión neutra
- Futaro: Si no alcanzas los libros pide ayuda, deja de jalar así o te vas a acabar lastimando
Futaro la miró un poco, entendía que no alcanzara pues definitivamente no era muy alta... suéter azul, medias negras, la falda del uniforme, cabello castaño y unos llamativos audífonos azules, aunque sin duda lo que más le llamó la atención fue su rostro pues estaba casi seguro de que esta se trataba de otra de esas hermanas cosa la cual lo preocupó un poco, aunque esta simplemente se le quedó mirando
- Futaro: Tengo algo en la cara? *bajando el brazo*
- Miku: E-Eh no, lo lamento *inclinando la cabeza* Muchas gracias por ayudarme, cualquiera de esos libros habría sido mortal para mí, pero.. *mirando hacia arriba enfocándose en cierto libro*
- Futaro: *miró hacia el mismo lugar viendo que habían varios libros de historia y suspirando* Cuál quieres?
- Miku: Este.. el verde de en medio *apenada*
El pelinegro se estiró un poco y tomó el libro dándole un pequeño vistazo antes
- Futaro: Periodo Sengoku eh
- Miku: ¡N-No es nada!, quiero decir, n-ni siquiera me gusta, e-es solo para una tarea.. *mirando hacia otro lado avergonzada*
- Futaro: *mirándola un poco y dándole el libro* (Es extraño, esta no parece ser igual a las otras 3, aunque probablemente no debería sentirme demasiado cómodo con ninguna de ellas) Bien bien, te creo, no tienes que darme explicaciones, somos desconocidos de todos modos *comenzando a dar la vuelta*
- Miku: E-Espera *Futaro volteó* Puedo saber tu nombre?
- Futaro: Para qué?
- Miku: No es nada.. s-solo yo...
- Futaro: Futaro
- Miku: Eh?
- Futaro: Soy Futaro Uesugi
Ella permaneció en silencio por un segundo
- Miku: Futaro... ya veo *riendo un poco* Bien, me aseguraré de recordarlo
La chica se quedó mirándolo pero justo en ese momento un libro le cayó en la cabeza haciéndole un chichón mientras aún sonreía, para después agacharse lentamente hasta quedar de cuclillas sosteniendo su cabeza con una pequeña lágrima
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𝚄𝚗𝚊 𝚜𝚒𝚖𝚙𝚕𝚎 𝚊𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊
Fanfiction¿Quién puede enamorar a Uesugi Fuutarou? El único chico en toda la escuela que jamás les ha prestado atención a las 5 hermanas más lindas... ¿Podrán hacer que caiga en las garras de alguna de ellas?
