El pecado del amor.

De vuelta a escena.

Habían pasado dos semanas desde la primera noche que pasé con Asmodeo y mi progreso había sido significativo. Ya podía caminar y controlaba casi al cien porciento mis extremidades. Los primeros tres días fueron muy extraños ya que por obvias razones las prótesis no tienen ningún tipo de sensibilidad y me costó acostumbrarme a no sentir dolor. Debo admitir que no fue sencillo adaptarme, muchas veces derramé vasos de jugo o agua sobre la mesa y Asmodeo me veía como si fuera un niño pequeño que hizo una travesura, muchas otras veces me caí y no me detuve con mis manos por la falta de práctica. Poco a poco se fue haciendo cada vez más sencillo controlar mis acciones, así que pronto no tuve la necesidad de desplazarme con una silla de ruedas o de limpiar mi propio desastre en la mesa.

Llegó entonces el sábado, que era el día (aparte del domingo) que Asmodeo se manifestaba en el escenario de su restaurante para una presentación especial. Yo me encontraba nervioso, era la primera vez que salía a escena después del incidente, habíamos practicado un poco y me sabía la canción de memoria, incluso Asmodeo me había dejado ponerle "mi toque especial" a la actuación; sin embargo, todo esto había sido sin público y me daba terror que fuera a hacer algo mal y la gente se empezara a burlar de mí o que simplemente me quedara en shock sobre el escenario, sin embargo, no le dije nada a Asmodeo, no podía dejar que lo notara. 

Me preparé lo mejor que pude, Mammon me había enviado un paquete con un traje de bufón de distintos tonos de verde junto con una nota que decía:

"Hize espasio en mi ajenda para ber tu debut, ezpero que no me desepsiones. "

-Mammon.

Claro que me percaté de su pésima ortografía pero estaba demasiado nervioso como para decir algo al respecto. Me pinté toda la cara de blanco para cubrir las imperfecciones y me retoqué la nariz con rojo, como un clásico payaso de circo. Después, Asmodeo y yo nos subimos a la limosina y llegamos al restaurante, todo el mundo se emocionó al verlo, le tomaron fotos y le pidieron su autógrafo mientras que yo pasé desapercibido. Al entrar supe inmediatamente a donde dirigirme, pues ya había venido un par de días antes para familiarizarme con el lugar. Me escabullí entre todos los fans de Asmodeo y me refugié en mi camerino. Miré mi celular, la función comenzaría en una hora, así que me puse a ensayar.

... 

Más pronto de lo que esperé unos golpes tenues se escucharon fuera de mi puerta, era una imp del staff que me decía que ya era hora de la presentación. Tomé una gran calada de aire, todos mis nervios y el micrófono para salir a escena. Por un momento las luces y los aplausos me aturdieron, pero al acostumbrarme decidí que haría mi mejor intento y así lo hice.

–Muy buenas noches a todos los demonios hornys que hoy nos acompañan. Mi nombre es Fizzarolli y estoy aquí para introducir a su pecado preferido. 🎶El único, Asmodeo, de la lujuria el señor 🎶

Asmodeo salió a escena y entonces continuó la canción. Bailaba muy provocativamente y me incitaba a bailar con él, yo me animé y empecé a bailar también. Nos coordinamos para turnarnos a cantar, yo con mi voz rasposa y dañada y él con su voz melodiosa, atractiva y sensual. Por un momento creí que lograría mi cometido, que bailaría y cantaría sin traspiés, pero solo fue por un momento pues justo cuando tenía que seguir cantando me tropecé al intentar estirar mis piernas y mi cara dio contra el suelo en un intento fallido de detener la caída con mis manos torcidas. Las risas se hicieron presentes, Asmodeo continuó con el show sin prestarme atención, miré al público e incluso Mammon se estaba riendo de lo sucedido desde uno de los palcos. Yo me sentí derrotado, me levanté del suelo sin muchos ánimos, toda la atención del público se centró en la actuación de Asmodeo, quién ahora se encontraba en un tubo, así que no me fue difícil desaparecer sin que nadie se diera cuenta.