Morir con lealtad

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Luego de varios días trabajando con Cosmos aprendimos a soportarnos, mientras hacíamos nuestra labor, nos burlamos de las almas en pena, torturamos pecadores, y robamos manjares de las cocinas, eso entre otras cosas.

Estuve trabajando desde que me levantaba, hasta que me iba a dormir, no porque Lucifer me lo exigiera, sino para despejar mi mente.

No había vuelto a ver el espejo, ni el mundo mágico, pero esa mañana me había levantado con una corazonada, sintiendo que debía hacerlo.

Me senté frente al espejo, apoyé mi palma sobre él y la imagen de los chicos se presentó frente a mi.

-¡Tom es una locura que vayan solo ustedes dos! -gritó Hermione alterada

-Ha pasado una semana desde que ellos la mataron, no voy a esperar un solo día más, además tenemos que ir a buscar a Draco antes de que lo maten -replicó Tom mientras guardaba su várita

-Déjame ir contigo -pidió ella acercándose

-Hermione sería muy peligroso que vayamos en este momento -intervino Harry preocupado

-Es cierto, además si no volvemos alguien debe seguir con esto -dijo Matheo acercándose a Tom

Casi no reconocía al Matheo que tenía frente a mis ojos, estaba apagado, más delgado, se veía cansado y sucio, me sentía culpable por ello.

-Cuídense mucho, por favor, los queremos de regreso sanos y salvos -pidió Newt con la voz cortada

Tom y Matheo lo miraron confundidos, y a la vez conmovidos, de igual manera ambos asintieron.

-Aunque ella ya no esté, nuestra lealtad sigue con ustedes, y si nos necesitan, ahí vamos a estar -dijo Harry aclarando la garganta

-Exacto, seguimos siendo un equipo -agregó Ron en voz baja

Sin decir más Tom y Matheo se transportaron a las afueras de la mansión Grindelwald, donde se estaba llevando a cabo una reunión, y donde tenían retenido a Draco.

Ambos entraron a la sala de reuniones de un portazo y un silencio se formó al verlos. 

-¡Niños! Que alegría verlos, empezabamos a pensar que ya no iban a venir -comentó Voldemort con una amplia sonrisa

Sentí nauseas.

Tom sonrió de forma siniestra y sacó una daga de su cintura, su várita y ambos comenzaron a atacar a los motifagos.

Los mortifagos no tardaron en responder a su ofensiva y comenzaron a lanzarles encantamientos.

Voldemort observaba todo con una sonrisa divertida, mientras yo maldecía y me comía las uñas de los nervios.

¡Cómo se les ocurría exponerse así!

Papá, que se encontraba sentado en el extremo de la mesa de reuniones se levantó y con un movimiento de sus manos, del suelo brotaron enredaderas que atraparon a Matheo y a Tom.

-¿Es esa forma de saludar a la familia? -indagó papá chasqueando la lengua mientras negaba con la cabeza

-Dejamos de ser familia cuando mató a su hija ¿o acaso ya se le olvido? -soltó Matheo tajante

Papá no pareció darle mucha importancia al ataque de Matheo y comenzó a caminar frente a ellos.

-Para que vean que ni su padre ni yo les guardamos rencor, y estamos dispuestos a perdonar su traición les ofrecemos un trato.. -comentó Gellert Grindelwald con soltura, sin un gramo de culpa ni vergüenza

-¿Un trato? -preguntó Tom indignado

-Cállate y escucha -ordenó Voldemort impaciente

Tom entrecerro los ojos observando a papá.

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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