𝑅𝑖𝑛𝑎𝑠𝑐𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 [𝑂𝑖𝑘𝑎𝑤𝑎 𝑇𝑜𝑜𝑟𝑢]

Chapter One: Kuroo Nāra

「¹🏐━ ❝Con que patinadora artística, ¿Eh?❞ 」

「⛸️🧪」

Me acaricié la zona afectada de la cabeza y suspiré enfadada. Los chicos ahora se encontraban rodeándome, algunos evitaban mi mirada y otros simplemente me miraban con una sonrisa.

—¿¡Payaso?!–Gritó ofendido el capitán del equipo, parece que eso le dolió al ego.

—¿Acaso no sabes sacar? Soy alta y que la pelota me llegue a la cabeza estando a tanta distancia de la cancha es porque no sabes sacar.

El chico frunció el ceño—¿Perdona? ¿Acaso sabes con quién hablas? Yo soy–Él empezó a explicar pero le corté.

—Oikawa Tooru, mejor colocador de la prefectura de Miyagi, capitán del equipo. Me da que sí sé con quién hablo...y déjame decirte que me da igual quien seas, si no sabes sacar se dice y punto.–Gruñí.

Algunos en el equipo me miraron sorprendidos y otros como Iwaizumi empezaron a reírse.

—¿Qué pasa Oikawa? ¿La primera mujer que no babea por ti?–Se rió con burla un chico de cabello negro y ojos oscuros.

Iwaizumi se rió más de la cara de sorpresa y decepción del capitán y le palmeó el hombro.

Yo no entendía lo que pasaba, pero parecía que a los de tercero les resultaba gracioso.

—¿Qué pasa aquí?–Preguntó una voz masculina que acababa de llegar.

Todos se giraron a mirar al hombre que recientemente había entrado al gimnasio, resultó ser el entrenador. Todos le saludaron con una ligera inclinación y acallaron sus risas.

—Oh, ¿Ya te has presentado?–Dijo el hombre mirándome con una dulce sonrisa a lo que negué.

—No, aún no pude, recién llegué.–Mentí, tal vez no me caía bien ese tal Oikawa, pero tampoco iba a ser una chivata.– Soy Kuroo Nāra de la clase 3.4, seré la nueva manager, un gusto.–Hice una inclinación educada.

Todos, a excepción de Oikawa que me miraba con el ceño fruncido y los brazos cruzados, hicieron una ligera reverencia mientras gritaban un 'Encantados de conocerte' a la vez.

El entrenador dió una palmada y todos le rodearon mientras yo me quedaba a un lado. Escuchaba atentamente al entrenador mientras este les daba directrices sobre como entrenarían hoy, básicamente se separarían en dos equipos para jugar. En lo que ellos se preparaban yo me senté en el banquillo junto al entrenador y me centré en los jugadores, analizándolos.

Si bien yo nunca jugué voleibol crecí rodeada de personas apasionadas por el, por lo que por suerte o por desgracia me otorgaba conocimiento sobre dicho deporte, y al verlo desde fuera se me hacía más fácil hallar los errores.