Elaila, la Reina de Lunette, tiene que hacer un trato con Atlas, el Rey de Kelaya. Para casarse con su segundo hijo: Alaric. Pero lo que no saben son los planes del Príncipe de Kelaya. Sin que los reinos y su padre sepan, Alaric está robando los pod...
Escucho a alguien entrar en la tienda y levanto la vista de los mapas con estrategias.
–¿Qué sucede? –Pregunto para poder seguir planeando la emboscada al siguiente Evanders.
–Señor, hay noticias de parte de su padre.
–¿Noticias? –Pregunté confuso. Pienso en las últimas cartas que le di al mensajero pero no hice ninguna dirigida a mi padre ¿qué noticias tendría que darme?
–Le ha enviado esta carta y dice que la lea en cuanto sea posible.
Mientras observaba al soldado que tenía enfrente, en mi mente se creaban miles de dudas de por qué es tan urgente que lo lea. Lo miré fijamente esperando a que me diera la carta.
–Dame la carta si es tan importante, no te quedes ahí parado. Apenas dije eso, reaccionó y me la dió. En el proceso casi se cae, pero simplemente trastabilló. Ví la carta y en ella se encontraba el sello real de cera, en el cual se hallaba una mujer acariciando a un tigre. Luego de observarla durante un rato, decidí abrirla con un raro presentimiento. La leí con mucha atención. En ella, mi padre hablaba sobre el reino, sobre cómo iba el mandato de mi hermano, y casi al final de la carta dejé de respirar... Mi padre acababa de comprometerme con la reina de Lunette, y lo peor es que vendría al campamento.
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Gracias si están leyendo esta historia, ya que es la primera que hago y tal vez no es perfecta. En ocasiones va a tener errores ortográficos/gramaticalesasí que gracias si están al día con esta historia.
