Un pretexto para verte. Trevor x Jake campamento desventura

Final: Mi Recompensa Eres Tu

-¿Jake? Buenos días tesoro.

-¿Eh? ¿Abuela?-

-Je je, levántate hijo, tenemos que llegar al aeropuerto-

-claro abuela-

El joven se levantó, se bañó y se vistió, alisto sus maletas y fue con su abuela la cual ya tenía sus cosas listas, la mujer le dedico una linda sonrisa y ambos se dirigieron al aeropuerto, estaban esperando su vuelo, el chico había ido a comprar comida en lo que esperaban a sus padres y su hermano

-Oh, está bien, los veremos allá entonces, adiós-

El peliazul vio a su abuela colgar el celular

-¿abuela? ¿Que Paso? ¿Ya vienen Shawn y mis papás?-

-No hijo, tuvieron un inconveniente y dicen que nos alcanzan en la competencia-

-Oh, esta bien-

_Los pasajeros del vuelo 309 con destino a París Francia, por favor aborden el avión_

-Vamos hijo, ya es hora-

La mujer le tomó la mano a su nieto y comenzó a caminar al avión, llegaron a sus asientos y esperaron, el peliazul se sentía muy nervioso, realmente no le gustaba la idea de volar en avión y le daba algo de miedo, la mujer sabía este miedo de su nieto, por lo que tomo la mano de su nieto con cariño acariciándole, haciendo que el de ojos negros la volteé a ver.

-¿Quieres que te cante tu canción para que te tranquilice?-

El joven afirmaba con su cabeza mientras se acostaba en el regazo de la mujer.

-Duerme y sueña~ ángel mío~ que mientras duermes yo te cuido~ a este niño yo le canto~ para que duerma y no llore tanto~ tu carita~ tan hermosa~ son tus sueños ramos de rosas~-

La mujer acariciaba el cabello del chico que dormía en sus piernas, tal y como un niño tranquilo, que con escuchar el dulce canto de su abuela se sentía tranquilo, un canto, que juraba que escuchaba desde que estaba en el vientre de su madre y que siempre lo calmaba

Luego de unas horas, llegaron a su destino, dejaron sus cosas en el hotel y se dirigieron a la competencia.

Ya en su camerino, el peliazul daba vueltas por todo el cuarto llamando a su hermano

-Contesta...por favor...-

La llamada fue rechazada

-Directo al buzón, otra vez...-

El chico suspiro, faltaban unos minutos para su presentación y de sus padres ni sus luces, se sentó frente al tocador mirando su maquillaje, se sintió inseguro, se quito la sudadera que traía puesta sobre su traje mirando los detalles de este, y como este era un traje femenino, a él siempre le gustaba usar ese tipo de ropa en sus presentaciones, pues resaltaban la belleza de su cuerpo, pero a veces las palabras de sus padres eran más fuertes.

Unos toques en la puerta lo hicieron volver a la realidad, poniéndose nuevamente la sudadera    

-Pase-

La muerte de cabello azul canoso entra al cuarto, sonriendo y viendo orgullosa a su niño.

-Por dios, te vez divino querido-

-¿De verdad lo cree abuela?-

-si, solo falta algo-

La mujer tomó del florero que estaba allí una ramita con flores de color blanco y lila, se acercó al menor y las coloco en su cabello. 

-Perfecto-

-Gracias abuela-

-Bueno, hay que irnos ya casi es tu turno-