Lo que Perdimos

Capítulo 9 - Gigantes

"¿Qué quieres decir con que vamos a casa de los Weasley?" preguntó Andrómeda.

Harry suspiró, "Te conté sobre esto".

"Pero mañana iremos a casa de mi hermana".

"Sí, pero Fleur tendrá su baby shower esta noche".

Andrómeda se cruzó de brazos, "Se supone que sólo las mujeres deben presentarse ante esos".

"Por eso te invitaron", dijo Harry secamente mientras preparaba la bolsa de Teddy para llevar. "Creo que va a tener dos, el 'femenino' que ya tuvo en casa de sus padres".

"Eso no explica por qué te invitaron", dijo Andrómeda sin rodeos.

"Arthur, Charlie, los gemelos y Bill estarán allí", se defendió Harry.

"Te sentiste miserable cuando regresaste de los Weasley en tu cumpleaños", intentó persuadirlo.

"No me sentí miserable," protestó Harry.

"Estabas molesto", insistió.

"La señora Weasley puede ser... autoritaria", admitió.

"Molly Prewitt siempre fue una idiota".

Harry suspiró, "Si no puedes ser cortés, no te molestes en venir".

Colocó a Teddy en el portabebés. Teddy estaba mordisqueando el juguete que le habían regalado como si su vida dependiera de ello. Se había quedado despierto hasta tarde por la noche debido al dolor, no lloraba mucho pero estaba inquieto por la falta de sueño.

"Ya dijiste que sí en mi nombre", refunfuñó Andrómeda.

"Dijiste que sí cuando te lo pregunté", dijo Harry, cada vez más irritado consigo mismo. "Y como dije, no tienes que venir, puedo inventarte una excusa".

"Puedo cuidar a Teddy", ofreció.

"Todos quieren conocerlo, Andrómeda. He estado viviendo con ustedes dos durante siete meses, no quiero que comiencen rumores de que algo anda mal con él".

"¿Desde cuándo te preocupan los rumores?"

Harry ignoró la pregunta: "Me voy ahora, ¿vienes o no?"

Andrómeda suspiró, "Bien, vamos a la casa de los traidores de sangre".

Harry se congeló, "Eres un traidor a la sangre, al igual que mi padre era un traidor a la sangre".

"Molly era prefecta, un año más que yo", dijo como si eso lo explicara todo.

No fue así, al menos no para él.

"¿Así que lo que?"

"No nos llevábamos bien".

"Claramente," afirmó Harry.

Los labios de Andrómeda se apretaron, "Si intenta algo, le aplastaré el trasero".

"Podrías simplemente quedarte aquí", dijo, teniendo una claramente mala impresión de lo que era más que agradable que iba a suceder.