Epílogo - Xeno x Stanley

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Conoció a Stanley Snyder un día soleado en primavera.

Lo recuerda perfectamente, tenían 6 años y la familia de Stanley acababa de mudarse al vecindario, normalmente Xeno no era tan sociable como para correr a la casa de sus nuevos vecinos y entrometerse en sus vidas pacificas (no seria elegante de su parte después de todo) pero su madre siempre fue una persona particularmente social, así que no paso demasiado tiempo para que se volviera cercana a la madre de Stanley.

Naturalmente era imposible que no se conocieran a partir de esa amistad, así que un día soleado en primavera las dos madres acordaron un día de picnic para que todos lograran conocerse, a pesar de las quejas constantes de Xeno para no asistir (Odia el sol y el césped) no tuvo ni la más mínima posibilidad de ausentarse.

A Xeno le gusta decir que el amor a primera vista es una estupidez, después de todo el enamoramiento es un fenómeno complejo y multifacético que involucraba aspectos biológicos, psicológicos y sociales, el amor a primera vista era simplemente imposible, pero debe admitir que ver el rostro molesto de Stanley bajo el sol naranja de verano es algo que simplemente lo cautivo a un punto innombrable.

Ese fue el día en que conoció a Stanely Snyder y también fue el día en que cayo cautivado de amor hacia él.

Cuando cuenta la historia de como se conocieron a Xeno le gusta mentir al respecto y decirle a todo el mundo que Stanley lo molesto cada día para que fueran amigos, eso es completamente falso, cada día que paso a partir del picnic en el que se conocieron Xeno visitaba la casa de Stanely para rogarle que saliera a jugar con él, siempre era cruelmente rechazado.

En esa época Stanley era un niño enojado, muy enojado con todo y todos, creció en una familia numerosa después de todo, su padre no era la persona mas cariñosa del mundo y en ocasiones solían descuidarlo al punto en que cuando Xeno preguntaba por el en las tardes, sus padres no sabían decir en donde se encontraba el pequeño Stan.

Pasaron varios meses antes de que Xeno lograra atravesar la muralla de indiferencia y enojo que Stanley había erigido a su alrededor. A ninguno de los dos les gusta hablar sobre el día en que Stanley acepto su compañía porque no es un recuerdo muy agradable para él, ese día en especifico Xeno llego a casa de sus vecinos para rogar nuevamente a Stanley para que saliera con él, ese día fue distinto porque su madre no fue la persona que atendió la puerta.

La gran puerta de madera fue abierta por el padre de Stanley, desprendía un fuerte olor a lo que Xeno pensó que era etanol, el hombre lo miro con algo extraño en los ojos, como si estuviera molesto de ver su rostro nuevamente frente a su casa buscando a su hijo mas pequeño, el hombre no dijo nada, pero se alejó de la puerta mientras caminaba a la sala de estar y sin mirarlo dirigió sus palabras hacia él.

"Stanley está en su habitación"

Xeno no espero otra palabra para correr y subir las escaleras, sabe cuál es la habitación de Stanley a pesar de que es la primera vez que entra a esa casa, lo sabe porque su ventana esta justo a un lado de la habitación del propio Xeno, así que subió las escaleras de par en par.

Recordando el pasado no comprende como paso por alto algo tan importante, ese día la casa de los Snyder estaba particularmente silenciosa, eso era algo poco común, pues los hermanitos de Stanley siempre estaban corriendo por la casa haciendo demasiado ruido.

Cuando llego a la puerta de la habitación de Stan no toco, simplemente abrió la puerta de par en par con una sonrisa en el rostro convencido de que hoy sería el día en que Stanley acepte salir a jugar con él, pero cuando entro a la habitación su felicidad se desvaneció por completo, porque en una esquina encogido sobre si mismo se encontraba Stanley, tenia las rodillas abrazadas por sus manos y el rostro escondido entre sus antebrazos, su cuerpo temblaba y eso solo lo hizo comprender que estaba llorando.

Falling Behind - SENGEN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora