hilo rojo // soukoku //

II- Viernes - Sabado

Un viernes por la mañana estaba Chuuya, mirando al techo, ¿Qué estaba pensando al invitar a esa Caballa a salir? Probablemente se la pasaría burlándose de el y sus sombreros, que molestia, ¿Y si no iba?, probablemente el castaño tampoco vendría, pero... Tal vez valía la pena intentar, hace mucho que no salía con su "compañero". Dio un suspiro y se levantó de la comodidad de su cama, se puso de pie e hizo su rutina de siempre; ducharse, vestirse, desayunar e ir al trabajo, aunque, lo último mencionado no, ya que justamente había pedido ese día libre.

11:45 a.m, aun faltaban 3 horas con 5 minutos para las 2:50p.m, que molestia, salió de su casa y paso el rato acariciando perritos en un centro de adopción.

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Mientras tanto, Dazai estaba aún dormido, 12:25 p.m y todavía ni siquiera despertaba, continuaba con su pasivo sueño.

1:20 p.m, se despertó lentamente y se quedo observando el techo por unos minutos, meditando que es lo que tenía que hacer ese día pero no recordaba, 1...2...3... ¡Bingo!, tenía que salir con Chuuya ese día, ¿Realmente valía la pena ir?, no es como si quisiera convivir con ese enano... Se levantó y se dirigió al refrigerador, tomo lo primero que se encontró (un bote de leche caducada y un pan cualquiera), posteriormente tomo asiento en una de las sillas del comedor mientras continuaba meditandose si debía ir o no, por un lado quería ir para distraerse de intentos de suicidio pero por el otro simplemente no quería estar con un chihuahua agresivo como el, era una decisión difícil, terminó su comida y se fue el baño en busca de un cuter, la decisión estaba siendo demasiado abrumadora así que quería algo con que relajarse, retiro los vendajes de su antebrazo y empezo a hacer finos cortes en el, posteriormente retiro todos los vendajes para ducharse en su tina, un tanto descuidada.

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2:45p.m, Chuuya ya estaba en la plaza esperando a el desperdicio de vendajes, sesupone que ya tendría que haber llegado, suspiro, observó su alrededor y se fijo en unas bancas qué estaban cercas, camino hacia ellas para tomar un descanso mientras esperaba al castaño, que molestia.

Empezó a cerrar sus ojos y de repente... Pura oscuridad y tranquilidad. -Se había quedado dormido- Esperar era algo tan aburrido que daba pereza, si hubiera sabido que tendría que esperar, claramente jamás hubiera pedido el día libre en su trabajo.

3:00 p.m, el timbre de su celular lo despertó de su sueño, era una notificación de Anne-san;

-¿Cómo estas? ¿Ya llego Dazai?

Termino de leer el mensaje y simplemente la dejo en visto, tenía demasiada pereza como para responder. Miro la hora y se dio cuenta que ya era tarde, ¿dónde rayos estaba ese desgraciado? ¿Acaso lo había dejado plantado?... De repente una notificación hizo vibrar a su teléfono, reviso de quien era y alcanzo a leer como claramente era una notificación de ese idiota, ¿Qué excusa pondría ahora?

-Hola enano, no iré a la plaza contigo hoy, tengo pereza.

-¡MALDITO HIJO DE PUTA!- Exclamó en voz alta, llamando la atención de varias personas que estaban de paso. Se levantó de su asiento y salió de la plaza dirigiéndose a su casa.

Al llegar se retiro el saco y lo arrojó a un lugar del suelo, se dirigió a su alacena en busca de vino y... ¡Qué horror! Su alacena estaba vacía, no había ni una botella de vino, ¿Dónde estaban las que había comprado hace pocos días?, suspiro y se dirigió a la salida de su casa, iría a un bar cercano. En el camino le escribió a Akutagawa para que lo recogiera a las 12:59 a.m.

Al llegar le ordenó al bartender qué le diera el mejor vino que tuviera, estaba muy molesto. Después de unas 3...5... 7... Copas de vino, el pelirrojo ya estaba ebrio, apoyaba su cabeza en la barra mientras exigía más vino, eran las 12:53 a.m, Akutagawa estaba por llegar.

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// Sábado - 2:30 p.m //

El castaño iba de camino a la Agencia de Detectives Armados, cuando de repente escucho unos pasos acercándose a él por detrás, se detuvo para voltear a ver y justo cuando se giro... Mierda- se quejo Dazai, había resivido un golpe en el estómago, ¿Quién había sido el culpable? Chuuya. Aun destarantado en el suelo miró hacia arriba para ver a un enano con cara de amargado. Justo cuando estaba apunto de reclamar la crueldad qué tuvo al golpearlo tan inesperadamente en el estómago fue interrumpido por las quejas del pelirrojo.

-¡Dazai, hijo de puta! ¡Me dejaste plantado esperándote en la plaza!- Se quejó mientras mantenía una mirada enojada e imponente.

-Bueno, tal vez solo fue que no quería salir con un enano arrogante como tu, Chuuya- Se burló el castaño.

-¡Sí no querías venir con un "enano arrogante" como yo!, ¡¿Por qué mierda dijiste que si vendrías?!-

-Umh, tal vez... Por lastima.- Continuó burlándose.

El pelirrojo se quedo en silencio un momento, ¿Enserió?... Maldito hijo de puta... Quería llorar, pero se trago sus lágrimas y continuó quejándose para aparentar qué no le había afectado lo que dijo. -¡Pero-

Antes de completar la oración, el castaño ya se estaba yendo. Mierda, ¿Por qué?, el pelirrojo miró al suelo dejando una lagrima caer, Dazai, eres un idiota, antes de que el castaño se alejara demasiado, grito

-¡Dazai, maldito hijo de puta, ya muerete!- se aseguró de que el castaño hubiera escuchado, posteriormente se dio la vuelta dirigiéndose a su trabajo, la Port Mafia.

En cuanto el pelirrojo se dio la vuelta, el de ojos avellana se detuvo un momento pero sin mirar atrás, aunque sabía que alejar a Chuuya era la mejor opción para no perderlo, pero tampoco quería lastimarlo, que frustrante. Dio un suspiro y continuó con su camino a la A.D.A. (Agencia de Detectives Armados, más específicamente).

Al llegar dio un suspiro para luego dar su mejor sonrisa, se dirigió a su puesto de trabajo y recordó el trabajo que tenía pendiente, los informes, decidió hacerlos para distraer su mente de lo pasado anteriormente.

Ese día Kunikida y todos los demás de la agencia habían observado a Dazai con atención, aunque parecía estar normal como siempre, ese día estaba algo raro, estaba triste y era inevitable ocultarlo.

Mientras tanto por la mente del castaño estaba pensando en... Chuuya. Tal vez al día siguiente le pediría disculpas, o algo así.

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Después de un largo periodo de trabajo, Chuuya se dirigía a su casa, tal vez tomaría una buena botella de vino, vería la película que no había podido ver hace semanas... Un increíble día, eso creo.

Al llegar aventó sus zapatos por algún lado y se fue a la cocina, calentó agua en una tetera y puso algunas palomitas en una olla con mantequilla, se sentó a esperar en una de las sillas del comedor, qué aburrido, se adentro en su mente llena de preguntas sin respuesta. ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué Dazai era así de jodido con el?,¿Realmente daba tanta lástima? Tal vez hasta daba pena, pero, si daba tanta pena ¿Por qué lo hacía confiar en él?. El sonido de la tetera hirviendo lo hizo salir de sus pensamientos, el agua estaba lista, se levantó y apagó las hornillas, tanto de las palomitas como las de la tetera, tomo las palomitas en un bol y se preparo un café, posteriormente se dirigió a la televisión y puso una de sus películas favoritas, "el niño y el perro". Pasaron las horas y cuando termino la película ni siquiera la había disfrutado, se pasó 1 hora y media de película preguntándose ¿Qué había hecho mal?

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1283 palabras.

Hasta aquí cortó el capitulo, ¿Por qué? Prefiero escribir los capítulos con el límite de 1000 a 1300.

Xao!