Capítulo 2

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ANA

El esposo de mi tía está de cumpleaños, viajamos tres horas en carretera y no pude contener el vómito, por lo general no suelo marearme en este tipo de viajes pero simplemente la sandía que me comí no fue de agrado a mi estómago. 

No les mentiré esta salida fue un trago algo amargo, digamos que mi familia no es de lo más unida, mis padres no están juntos, mi relación con mi mamá fue tan complicada hasta el punto que decidí irme de mi casa y vivir con mi abuela y la hipocresía abunda en todos lados, así que cuando hacemos este tipo de viajes familiares y fingimos ser la familia feliz muchas veces hace que sobre piense hasta el punto de sentirme mal. 

Mientras todos hablaban en el auto yo solo pensaba en lo mucho que anhelaba sentir ese amor de mi familia. Mi mente es un arma de doble filo y a veces se pierde en los peores pensamientos posibles, un par de lagrimas se derramaron sobre mis mejillas.

Al llegar a la casa de mis tíos este sentimiento de soledad se apodero de mi.

- Ana - dijo mi tía - realmente no hay tanto espacio en la casa así que vas a tener que dormir en el sofá.

- Esta bien - asentí - odiaba dormir en el sofá pero ya estaba teniendo un mal día así que que más daba.

Coloque mi maleta en el piso de la habitación en la que se estaba quedando mi mamá, mi hermana y mi abuela.

Me senté en el comedor y como les mencione mi mente es un arma de doble filo y cuando me pierdo en mis pensamientos hago cosas estúpidas. Pensé en como mi vida estaba hecha un desastre y claro la mejor manera de resolver las cosas es agregando dramas innecesarios.

Desde pequeña escuche historias de amor, así que siempre viví con la ilusión de que encontraría al amor de mi vida en una cafetería nos veríamos directamente a los ojos y sabríamos que éramos el uno para el otro. Pero la realidad era un balde de agua fría y yo estaba desnuda. Esas historias hicieron que siempre buscara sentirme amada, quería ser deseada, deseada de la forma en la cual nunca antes me habían hecho sentir. 

Mis padres me tuvieron cuando eran muy jóvenes, ellos no buscaban una hija simplemente sucedió, así que ya podrán imaginarse como su relación fue en declive después, mis pensamientos decían que ellos no me deseaban pero al tenerme su obligación fue amarme de alguna forma, creo que resumiéndoles un poco la historia vivir con una familia disfuncional te marca de niño y pues crecí con una mentalidad de que yo era el problema, no podía ser amada, no era deseada, no era la primera opción, y sí, fui a terapia al respecto es por ello que al final me fui de mi casa y ahora vivo con mi abuela. 

Aunque sabía muy bien que mis pensamientos eran como una trampa, controlarlos se me hacía tan complicado y muchas veces simplemente ellos me controlaban a mi. Así que ahí mientras estaba sentada en ese comedor pensaba en como solo quería encontrar una conexión especial con alguien, e hice lo que cualquier mujer madura haría, descargue apps de citas.


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