ENZO
Cualquiera pensaría que mi vida es perfecta, viví en Europa algunos años porque mi mamá pensaba que era una gran oportunidad para mí, estudiar fuera del país es el sueño de muchos pero no era el mío, yo anhelaba una vida simple donde la presión de estudiar, tener una gran carrera, casarse, comprar una casa y tener hijos no existiese.
Después del intento fallido de mi madre para que yo hiciera mi vida en un país extranjero, decidí regresar a mi país, pero la decepción abundaba en sus ojos, podía notarlo a través de sus gafas, yo no era su mayor orgullo, mis hermanos ya estaban casados y con casa mientras que yo por otro lado no podía ni con mi propia vida.
Mi madre siempre buscaba una forma en la cual yo pudiese crearme la vida ideal así que me presionó a buscar una carrera universitaria, no tenía muchas opciones era eso o buscar un empleo y que posiblemente me corrieran de la casa ninguna de las dos cosas me encantaba pero la segunda opción era mucho peor.
Revise todas las carreras que me ofrecía la universidad que mi madre eligió para mi, y la que no parecía un trago tan amargo era la de ciencias de las artes, y no yo no soy un artista pero las matemáticas son una mierda así que cada vez mis opciones estaban más limitadas.
Era viernes, luego de que matricularan en esa asquerosa universidad llegamos a casa, mi madre se sentó en el comedor de la cocina, ella era una mujer con una presencia fuerte, tenía el cabello oscuro y espeso, y los labios pintados de un tono carmesí, las arrugas no la hacían ver vieja la hacían ver elegante, pero también imponente.
- Enzo - dijo mi madre con un tono de voz frío - tenemos que hablar
Me acerque a ella podía sentir su mirada seria sobre mi.
- De verdad tienes que pensar en tu futuro, la universidad nos esta ayudando mucho así que no desperdicies más oportunidades de verdad te lo suplico, no podría soportar que vuelva a suceder algo como lo de Europa.
- No te decepcionaré mamá te lo prometo. - Dentro de mi no sabía si eso iba a ser del todo cierto pero que más podría haberle dicho
Después de hablar con mi mamá me fui a mi habitación, cerré la puerta y me vi en el espejo grande que tengo en la pared, no sabía quien era o lo que en verdad quería, tenía miedo de cierta forma e incertidumbre.
Mis pensamientos fueron interrumpidos al ver una notificación en mi teléfono, era Sara mi mejor amiga, nos conocimos cuando éramos muy pequeños y de verdad que es una de las mejores personas que he conocido, con ella podría hablar cualquier cosa y siempre estaría ahí para escucharme. Me metí a su chat.
- Enzooo, no se si quieres ir al cine?
- Depende que película?
- Solo dime si quieres ir o no
- Si yo me apunto
- Okiii.
- Quienes van?
- Somos Raúl, Tomás y yo... ahh y también mi amiga Ana.
- Ahí nos vemos entonces :)
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Saturday
RomansaAna es una chica ordinaria y esta cansada de que la vida sea tan repetitiva, en su búsqueda por un poco de emoción decide descargar apps de citas y es ahí cuando comienza un viaje hacía la locura.