Lectora x Bakugou

Cap 1

Yagi Toshinori también conocido como All Migth era un héroe en ascenso y futuro símbolo de la paz. Tenia una relación con Erika Jones una heroína extranjera que se mudó a Japón, su relación era muy seguida, Erika contaba con los quirks de alas y energía. Su cuerpo generaba energía lo que la hacía más fuerte y rápida cuando lo usaba, cuando anunció su embarazo muchos pensaron que una combinación entre ellos dos daría a un poderoso héroe. A ellos no les importó y cuando se dio la noticia de que la pequeña Tn había nacido muchos se alegraron, pero eso volvió a Erika el blanco principal de muchos villanos. Así fue como All Migth con miedo a lo que ocurriera a su amada y a su pequeña contrato un equipo de seguridad, pero a pesar de todo lo que hizo al final se dio la triste noticia.

Erika como heroína tomo la decisión de proteger lo que para ella importaba más, su vida se apagó protegiendo a su pequeña y los miembros del equipo que lo dieron todo, Yagi lloró mucho por la pérdida incluso durante el entierro pero sus llantos no eran nada contra los de aquella bebé. Ser sobre la cual cayó toda la ira del héroe, nadie lo supo ni siquiera sabían del trato que el daba a la pequeña, Yagi contrataba cuidadoras para Tn, le tenía la habitación con las mejores cosas que alguien podría tener, o así era mientras habían personas. Pues cuando solo eran ellos la pequeña era llevada a una habitación que solo tenía un pequeño colchón viejo y una fina manta.

Ya habían pasado 4 años y Yagi había llegado a su casa después de tanto trabajo, cuando llegaba a su casa tomaba su forma delgada así nadie sospechaba, en la entrada dio un suspiro de molestia y entro. Se dirigió a la sala donde una joven de quizás 18 jugaba con la niña, cuando ambas vieron al adulto la joven se levantó a recibir su paga y retirarse mientras que Tn rápido junto los juguetes, los guardo y Yagi paso de largo ignorándola, ella solo corrió a la misma habitación de cada noche y allí espero. Pasaron los minutos y la puerta se abrió y la pequeña se cubrió con la manta, Yagi estaba enojado y solo le arrojó un pan y salió de allí. Tn se descubrió el rostro y fue por aquel alimento que sería su cena, los únicos momentos que comía bien era durante el almuerzo gracias a las cuidadoras y eso era todo, desayuno o cena con suerte recibía. Es más nunca había visto la televisión por lo que programas favoritos no tenía, tampoco amigos que la visitarán o jugaran con ella. No tenía a nadie especial en su vida.

Cuando ya era algo tarde despertó, tenia hambre y con cuidado fue a la cocina. Al abrir la nevera saco una manzana y empezó a comer, era quizás de lo que menos sospechara el rubio o eso esperaba cuando se prendió la luz.

-Yagi: así que por eso es que faltaba comida.

Ella empezó a temblar y la manzana cayó al suelo, en eso el rubio tomó su forma de héroe y agarro a la niña de los cabellos.

-Yagi: YA SABES QUE TIENES TU PROPIA COMIDA, ¿Quién DEMONIOS TE CREES SIQUIERA PARA DISFRUTAR DE UNA MANZANA? NO TIENES DERECHO A ESO.

-Tn: lo siento padre – decía entre lágrimas la pequeña.

-Yagi: no importa cuántas veces te disculpes o lo sientas, nunca serán suficientes por tu culpa tu madre murió, me quitaste lo que me hacía feliz. ¿Por qué tenías que sobrevivir tú? – miro a la niña – lo por y que no puedo perdonar es que luces como ella maldita mocosa.

Y si Tn había sacado el rostro de su madre, su cabello rojo con las puntas rubias, unos ojos ámbar y una piel que se veía tan delicada, claro tampoco podían faltar las alas blancas con dorado.

-Yagi: estoy harto de ti y de que me recuerdes a ella – en eso el vería el juego de cuchillos de cocina y agarraria uno de estos – esto es para que sepas lo que me hiciste perder – pasaría el cuchillo por la frente de la niña, bajo yendo por la nariz hasta acabar por su mejilla.

Tn lloraba mientras sentía aquel objeto pasando por su rostro, cuando Yagi se detuvo solo se quedó viendo mientras ella se sostenía el rostro llorando. Veía la sangre goteando en el suelo pero en vez de ayudar a esa pequeña la cargo y la subió al auto, Yagi condujo bastante tiempo mientras la niña solo lloraba por lo ocurrido. Se detuvo en medio de la nada y la sacó del auto y la dejó allí y luego condujo de regreso. La pequeña observo como el se alejaba y corría detrás del auto con el rostro herido, gritando a aquel auto que se alejaba para que regresara hasta que ya no se veía nada. Tn estaba aterrada aquel lugar era oscuro y no sabía a dónde ir así que temblando camino, todavía sintiendo el dolor de aquel corte en su pequeño rostro.