f.81

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Es mi introducción a la vida, un poco aferrada a la nada. Soy yo, el mismo de siempre, no hay nadie más, simplemente yo sin mucho que esperar... La soledad en cada día, el silencio en cada noche.
Pasa el día y no encuentro una razón, un camino. Imposible continuar, pero continuo. Continuo porque quiero saber que hay al final, quizá en el último suspiro. Quiero encontrarme, quiero dejar de buscarme, no me encuentro, no me busco, no me hallo. Soy simplemente yo, absolutamente yo, qué mierda pero es así...
He querido empezar a escribir lo que siento, cómo me siento, tal vez no sienta mucho. No quiero ser un gran escritor, me asusta, me asusta que alguien me lea y me descubra, me halle, me encuentre, que sepa quién soy, cuando ni siquiera yo quiero saberlo
Me encanta la soledad, pero me asusta estar solo. Soy extraño lo sé, no me importa. No quiero hallarme.
Escribo porque no tengo otra forma de comunicarme, escribo porque hablo conmigo mismo, a veces no me entiendo, no me encuentro... Pero no dejo de escribir.
Escribir es la única manera de no querer encontrarme, me alejo de mí, de todo, soy la nada en letras.
Y del amor... ¡puff! Qué contarles del amor (?) en el amor... Vivo forjando ilusiones, prometiendo infinitos, maltratando el pasado, reabriendo cicatrices. Me he equivocado una y mil soledades y tengo un corazón cansado de rasguños y desamores. Ya no confío en nadie, no creo en nada, soy ateo de mí mismo.

-Fer Dichter


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