C A Í D A

Esto es una mala idea.

Esa frase retumbaba dentro de mí cabeza. Hacía eco de una forma que no solía reconocer, mi subconsciente me pedía a gritos que saliera del avión junto con Matthew, pero él estaba tan emocionado por el viaje. Esa sonría de alegría y brillo en sus ojos de felicidad por aceptar ir con al viaje, no podía arruinarle esa felicidad, no a mi mejor amigo.

— ¡Ey! Mira lo que traigo— me susurra y abre su mochila. Un espacio bastante pequeño del cierre, al principio me se hizo borroso, pero luego reconocí el logo de la botella de whisky.

— ¿Como le hiciste para meterlo al avión? —pregunte en voz baja.

Si, él es un experto para enconder cosas.

Estaría por hablarme cuando la profesora Christine se levantó para tomar lista, lo que era normal hasta que llego a mi línea.

— ¿Emma?

— Aquí—levante la mano. Provocando que todos me voltearan a ver.

— Al final te disidiste venir. — sonrió.

Sonreí falsa y volteé hacia Matthew preparada para hablar cuando soy interrumpida.

— No creo que lo tuyo sea acampar, Emma.—se burla Maddox. El idiota que al parecer le encanta joderme la paciencia.

— Lo mismo te pregunto, ¿Maddox, como vas a estar sabiendo que no tendrás a tu novia la zorra?

Maddox estaba a punto de iniciar otra discusión como de costumbre, discusión en donde nos insultamos y le deseamos la muerte al otro y lo terrible es que tener que saber que estamos en el mismo salón desde hace 6 años. Pero el profesor, Alex, nos detuvo antes de empezarla.

Así que sería un gracias.

— Chicos, nada de pelas en el viaje. Por favor unos cinco minutos de silencio entre ustedes dos nos vendría muy bien al resto. — me miro— Fitzpatrick nada de insultos ofensivos— miro ahora a Maddox— Y usted, Martini, nada de provocar, ¿quedo claro?

— Si profesor — dijimos al mismo tiempo. Para luego dirigirnos uno al otro una mirada amenazante.

Aquí es donde empezó el viaje.
Tranquilo y agitado a la hora de despegar para estar volando por los aires, y aunque mi cabeza tenía una sensación de nervios intente relajarme, en 3 horas llegaríamos a nuestro destino, nos recogería un autobús y nos llevaría al campamento, podría tener mi cabaña junto con mi mejor amigo, y podríamos estar sentados frente a la fogata, suena bien hasta donde puedo imaginar. Solo serian 2 semanas y luego de eso, nuestra graduación y podría salir del colegio.

Las nubes blancas, hacían contraste con el cielo azul mientras pasamos a miles de kilómetros de altura sobre la tierra, luego todo se vuelve un azul más oscuro cuando pasamos sobre el mar. El cual mire por la ventana, tan azul, tan pasifico, tan profundo, pero nadie habla de lo que esconde ahí abajo, nadie lo sabe. Matthew me ofrece gomitas y un auricular para escuchar música mientras va el viaje. Luego de casi una hora y media que decido por mirar mi móvil.

Emma: Me siento muy nerviosa papá. 

Creo que no debi venir.

Papá: no te preocupes, toma una pastilla y mantente calmada. Disfruta de tu viaje cariño.

Emma: Supongo. Está bien, te quiero.

Papá: yo también.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LAS SOMBRAS DEL BOSQUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora