[ 𝐍𝐀𝐓𝐔𝐑𝐀𝐋 𝐂𝐇𝐀𝐎𝐒 ]
:‧🔥 ｡ ⋆ 🌊 ̖́ 𝆹 ☆. ˚🌪⋆ ₊🍃˚.
❛ chaos burnett in his fingers, wet
his feet, dried his hair and caressed
his arms with his petals. ❜
La razón de su existencia era parte de un acuerdo que fuera de la razón, fue por amo...
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SI BIEN EL TIEMPO tomado fue de suma ayuda para ella, incrementando tanto su magia como su fuerza fisica, precisamente una semana antes de su regreso habia mantenido una fuerte discusion con sus padres, o bueno, sus almas. Aiko a sus 17 años era fuerte pero sus padres aún formaban parte de ella por lo que, tanto Aiko como las cuatro presencias en ella tenian una parte del control a su poder, mayormente la chica no era privada de sus poderes pero esta vez la falta de respeto en sus palabras habían sido bastantes por lo que los cuatro adultos habian arreglado para castigarla... solo un poco. Por lo tanto, Aiko solo contaba con su fuerza y algunos trucos de hechicería con energia maldita.
Es decir, Aiko (casi) estaba al nivel de sus compañeros.
Sus pies se deslizaron para poder bajar del vehiculo que la habia traído hasta el colegio de hechicería Jujutsu Kaisen. Cuando sus pies tocaron el suelo y el sol le dió en el rostro se dió la oportunidad de sonreír levemente al sentirse de nuevo en casa.
Cuando salío completamente del automovil negro, este no tardo en arrancar dejándola sola. Al ya estar de pie, cuatro pequeñas esferas de luz se posaron sobre su cabeza, creándose algo así como una pequeña corona. Mientras que la esfera roja y celeste se mantenian en el centro, la gris y la verde se habían alineado a sus costados; esto para Aiko era una forma tonta que tenían sus padres de recordarle que aún no la perdonaban y que al mostrarse de esa manera se negaban a conectar con ella. Obviamente, esto útimo era solo un tonto capricho porque no dependía de ellos la conexión que tenían con su hija.
Su vista se tomó el tiempo de analizar la situación que se desempeñaba a unos metros de ella, mientras que por otro lado el grupo reunido ya podia sentir un aura que erizaba sus pieles pero se mantenían bastante perdidos en sus propios temas de conversación como para voltear en direccion a ella.
Comenzó a caminar mientras que sus pisadas rezonaban de forma constante pero suave, sonrió al sentir como volteaban a verla mientras que ella se concentraba en terminar de subir los escalones que la llevarían a estar sobre el mismo suelo que ellos. Sus ojos recorrieron primero a un pelinegro que la veia serio pero con una chispa de curiosidad vibrando en sus pupilas, de ahí su vista partio a una peliroja que la miraba tratando de analizarla y luego vio a un grupo de personas que no conocía pero parecían murmurar sobre su presencia, no llego a pronunciar palabras en direccion a los de segundo año que si conocía porque una presencia se había alzado sobre ella abrazandola con fuerza, tapando su vista que estaba por toparse con la de un chico de pelo rosado.
- Oh, pequeña Koko, te extrañe tanto. - Exclamaba felizmente mientras dejaba besos sobre el cabello de la peli-gris. - Sé que me extrañaste tambien. La duda es como no extrañarias al más fuerte de todos. - No perdió la oportunidad de alardear mientras que disfrutaba la cercanía que estaba manteniendo con la chica mientras que frente a su venda color negro podia sentir dos luces tintinear.
La roja y la gris. Esto hizo que su sonrisa aumentara un poco, aunque por dentro algo de nerviosismo crecía.
- Satoru, te doy dos segundos para soltarme. - Dijo algo avergonzada al sentir que los dedos de sus manos comenzaban a calentarse al sentirlo tan cerca de ella. Sobre ella.
